Este cómic no cuenta una historia, sino que es un verdadero documental sobre la tragedia del Amoco Cádiz. El 16 de marzo de 1978, este superpetrolero encalló en la costa bretona frente a Portsall. En pocos días, 220.000 toneladas de crudo se escaparon del casco y se extendieron por 360 km de costa. Contaminando y matando a muchas aves y otras especies animales.

Al elegir retratar a su familia, Gwenola Morizur decidió explicar el lado humano de la tragedia. Su abuelo, Alphonse Arzel, era alcalde de Ploudalmézeau en el momento de la catástrofe. Es él quien luchará sin rendirse durante 14 años hasta conseguir condenar a la petrolera, fletadora del barco.

Este cómic, muy bien dibujado por Fanny Montgermont, con acuarelas de gran calidad, no es una historia sobre un barco, sino sobre personas en tierra que intentan defender su país con los pocos medios que tienen.

La historia se lee como una aventura, pero los ecos que despierta traen a la mente la gran batalla legal que llevó a establecer el famoso principio de "quien contamina paga". Los contemporáneos de 1978 recordarán estas imágenes y los más jóvenes comprenderán por qué es importante luchar por las buenas causas.

- Éditions Grand Angle
- 29,8 x 22,1 cm
- 80 páginas
- 17,90 euros