Después de pasar dos meses en los atolones de Tuamotu -bastante planos-, las Islas Marquesas son el nuevo archipiélago del programa Deep Hope. También es una oportunidad para volver a conectar con los relieves escarpados y los verdes acantilados, y establecer un sorprendente paralelismo con la ciudad de Kodiac, en Alaska. Situada más al norte y más cerca del Ecuador, el agua está más cargada de plancton. Una especie de "Bretaña en la Polinesia".
La concentración y diversidad de los corales es mucho menor y esto es una oportunidad para realizar nuevos estudios para caracterizarlos.
Pero esta escala en las Islas Marquesas es también una oportunidad para resguardarse de la temporada de huracanes, que comienza en diciembre en la Polinesia.
También será el lugar festivo para toda la tripulación que celebrará allí la Navidad. Paseos por los frondosos bosques, caza de tikis en la selva, mantenimiento del equipo de buceo o incluso el final del entrenamiento para inmersiones profundas, en aguas donde la visibilidad es más que reducida, pero donde la vida es tan rica.
