1. Inspección de velas
Las inspecciones anuales deben formar parte de la rutina de hibernación para maximizar la vida útil de las velas.
Una revisión puede revelar pequeños desgarros, correas cansadas o deslizadores moribundos. Un profesional también puede descubrir problemas relacionados con el uso de la vela. Por ejemplo, las costuras sueltas a lo largo del gratil podrían indicar una tensión excesiva de la driza.
Arreglar lo que no es más que un pequeño problema evitará probablemente que el equipo quede inutilizado en el momento crucial.
2. Haga que le corten las velas de vez en cuando
Todas las velas, por muy buenas que sean, se deforman con el tiempo y el uso. Si sus velas están deformadas, sentirá dificultad en el rumbo, falta o exceso de potencia y, sobre todo, dificultad para trimar la vela. Esto no significa necesariamente que necesite velas nuevas.
Las velas, siempre que el tejido esté en buen estado, pueden recortarse hasta el 90% de su forma original. Esto prolonga su eficacia en el tiempo a un coste muy razonable en comparación con una vela nueva.
Por regla general, se pueden hacer uno o dos recortes durante la vida de una vela. Esta es una práctica habitual entre los regatistas, que a veces ajustan y recortan sus velas entre regatas. Sin embargo, necesitará un buen álbum de fotos para ayudar a su velero a ajustar su forma.
3. Las reparaciones son una profesión
Después de escuchar el sonido del desgarro de la tela, puede haber salvado su viaje con una rápida reparación del spinnaker. Y desde entonces, la reparación sigue aguantando, de hecho eres el primer sorprendido. Los retoques son suficientes para completar una vela, pero no están destinados a durar. Es sorprendente lo fácil que es olvidar que una sola pieza de adhesivo mantiene unida la vela. Es poco probable que acabe bien para la vela y el presupuesto.
4. Comprobar el ajuste de la jarcia
Unas velas mal aparejadas afectarán significativamente a su rendimiento. Así que, antes de culpar a las velas, comprueba que el problema no está en el aparejo. Pide a un experto que navegue contigo para ver qué ajustes podrían resolver el problema.
Esto es especialmente cierto para los navegantes que no ajustan regularmente sus aparejos. Para más información, ver este tema .
5. Optimice sus velas
Es muy posible mejorar la calidad de una vela y prolongar su vida útil haciendo algunas inversiones. Un rizo adicional, una banda ultravioleta, parches para proteger las crucetas... Aproveche el invierno para discutir con su velero qué modificaciones se pueden hacer para que la vela funcione mejor y se pueda utilizar durante unos cuantos años más.
6. La vela y su barco
Para sacar el máximo partido a las velas, también hay que considerar el barco en su conjunto. Una amplia gama de equipos ayudará a limitar el rápido desgaste de las velas. Los sistemas de enrollado de génova son un ejemplo perfecto, especialmente para las tripulaciones más pequeñas o los novatos. Los sistemas de enrollado en la botavara y en el mástil también ayudan a conservar la vela.
Evidentemente, este tipo de mecanismo debe estar en perfecto estado, ya que, de lo contrario, la vela puede resultar dañada. Del mismo modo, las drizas desgastadas por los rayos UV, los cabrestantes recalcitrantes, los deslizadores que no se deslizan, los bloques que no giran, pueden causar daños o un desgaste prematuro. Busque asesoramiento para que le ayuden a identificar posibles problemas o a discutir opciones para mejorar los accesorios.
No tienes que desechar tus velas sólo porque estén envejeciendo o porque empieces a tener problemas de rendimiento. Póngase en contacto con su fabricante de velas y explore algunas de estas ideas antes de abrir la cartera para comprar un nuevo vestuario.
Sin embargo, si ha llegado el momento de cambiar las velas, utilice esta información y la experiencia de su velero. Se asegurará de que sus velas estén correctamente instaladas, le ayudará a utilizarlas adecuadamente y establecerá los periodos de mantenimiento adecuados para maximizar su vida útil y optimizar su inversión.
