Eagle Class 53, un catamarán abierto construido por los profesionales de la Copa América

Elegante, lujoso y terriblemente rápido, el Eagle Class 53 es un catamarán de carbono completo construido por especialistas de la Copa América y capaz de volar gracias a sus láminas y su ala híbrida.

Los profesionales de la Copa América

El Eagle Class 53 es un espléndido catamarán de carbono de 16,5 m construido en los Estados Unidos, en Rhode Island, por el astillero Fast Forward Composite. Dentro de este último, un equipo internacional de las mejores campañas de la Copa América, como Oracle Racing, Luna Rossa, Artemis Racing, dirigido por el famoso arquitecto naval Paul Bieker, experimentado diseñador de varios proyectos de la Copa América.

Un catamarán abierto

La idea detrás del diseño de este inestimable coche es combinar las sensaciones de un multicasco de carreras con las ventajas de un yate de crucero. Concebido como un "fin de semana", permite navegar durante el día y pasar algunas noches a bordo en climas cálidos. Porque aparte de las cabinas, la vida a bordo está fuera. De hecho, no hay superestructura, la cabina está totalmente abierta.

Láminas de ala híbridas

Todo el carbono - incluyendo el aparejo y el aparejo - es capaz de alcanzar velocidades de entre 25 y 35 nudos incluso en condiciones de vientos ligeros. El Eagle Class 53 está equipado con la última tecnología: láminas y timón en forma de T, pero sobre todo un ala híbrida giratoria de fibra de carbono que mezcla una parte rígida y una parte flexible que se puede equipar con un cabo. También es posible optar por un aparejo estándar.

El catamarán también está disponible en una versión turbo de 53T con láminas C estándar reemplazadas por láminas T de fibra de carbono totalmente automatizadas.

Un interior cómodo y moderno

El barco combina estructuras ligeras con amplio espacio en la cubierta y grandes cabinas en el interior. Las maniobras se llevan a la cubierta dura con una estación de timón instalada en la proa para liberar todo el espacio de la cubierta para los invitados. Hay una isla central con un fregadero, una nevera y una gran zona de almacenamiento que se puede personalizar para acomodar una máquina de hielo y un horno microondas. También hay taburetes de bar para comer. Finalmente, se instalan dos sofás en la parte de atrás.

Las cabinas, una en cada casco, ofrecen una altura de 2 m, con asiento de banco, cama doble y vestidor, así como un baño. Gracias a las numerosas ventanas del casco y la escotilla de cubierta, cada litera disfruta de una vista al océano, luz natural y buena ventilación.

Actualmente, este primer modelo - cuyo precio no nos ha sido comunicado por el astillero, pero que ronda los varios millones de euros - fue construido para un propietario americano.

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