Transatlántico entre amigos
Con base en Lanzarote, en las Canarias, Nomad Citizen Sailing tuvo que cruzar el Atlántico para continuar su viaje nómada. Daniela, que había dado a luz a su segundo hijo poco antes, prefirió volar a Guadalupe con los niños. Por ello, en compañía de dos amigos, Marvin navegó en su yate hasta las Indias Occidentales, un viaje de 3.000 millas que les llevó 21 días.
Preparación de la travesía
Antes de la salida, el barco fue sacado del agua para una importante revisión y un chequeo. A continuación, la tripulación revisó las velas y el aparejo, estudió la meteorología, volvió a poner en marcha la desalinizadora para que fuera autónoma en el agua, al tiempo que planificaba un respaldo con los depósitos de agua. Todavía había que repostar, preparar una bolsa de agarre, revisar el motor, instalar el hidroavión y una última sesión de deporte para despejar la cabeza antes de la gran travesía.
Navegación sin problemas
El inicio del viaje no fue como estaba previsto. Los tres hombres tuvieron que hacer malabares entre las numerosas redes de pesca de la costa marroquí. Sobre todo porque los primeros días tuvieron que navegar a motor, ya que no había viento.
En conclusión, si la palabra para resumir la travesía fue "tiempo estúpido", el viaje dejó hermosos recuerdos como este encuentro con las ballenas.
