Los suelos de muchas embarcaciones están cubiertos con un revestimiento flexible que es fácil de usar y mantener. Hay que cortarlos para que se adapten al incómodo entorno de un barco, con recovecos y espacios difíciles de trabajar. Sustituir este suelo por uno nuevo dará al interior un verdadero impulso, con un coste modesto.
Marcar los listones
Los listones y ángulos que cubren las juntas de las trampillas deben ser retirados y, sobre todo, marcados. Esto evitará que se juegue al rompecabezas al volver a montarlo. Si el suelo tiene varias trampillas, recoja los listones por lotes, pero también los tornillos correspondientes con un trozo de cinta adhesiva.

Atornillado firme
Si algunos de los agujeros de los tornillos en el suelo se han agrandado, pegue un trozo de madera dura en el agujero y nivélelo. Esto garantizará que cuando vuelva a montar las tablas del suelo, éstas queden bien fijadas en su sitio.

Las imperfecciones de los pasturos
Inspeccione el ajuste del revestimiento anterior. Fíjese en los huecos, sobre todo si tiene que utilizar las piezas antiguas como plantilla. Esto evitará que se repitan los errores del pasado. Si el material que has elegido tiene un patrón, escribe también su orientación en las plantillas.

Espacio neto
Si el suelo antiguo no ha sido pegado con demasiada fuerza, debería asentarse sin deformarse demasiado. Si se ha utilizado pegamento de neopreno, habrá que ser valiente y tenaz. Una pistola de calor ablandará el viejo pegamento y facilitará mucho las cosas.

Se acabaron las asperezas
Para un resultado perfecto, hay que lijar las astillas y los restos de cola antiguos... Se alisará todo lo que pueda asomar bajo el nuevo suelo. Los huecos se rellenarán con una masilla. Después de un lijado final, sólo queda aspirar bien el suelo justo antes de la instalación.

Relajación previa
Durante todas estas operaciones, el nuevo material se habrá desenrollado en el suelo para que se relaje y pierda su tendencia a rizarse. Esta precaución, demasiado a menudo descuidada, simplificará tanto el corte como la colocación.

Al revés en el lugar
Si ha podido retirar el antiguo revestimiento sin distorsionarlo demasiado, el trazado será relativamente sencillo. Basta con colocar cada una de estas plantillas sobre el nuevo material, prestando atención a la dirección de los patrones y, sobre todo, colocándolas del lado correcto para evitar acabar con piezas perfectamente invertidas

Utilizar herramientas de corte precisas
Utilice un cúter con una hoja perfectamente afilada, usando una regla metálica como guía. Corta a la medida adecuada, al menos para el borde más largo o para una de las esquinas, la que utilizarás como base durante la instalación. No corte las escotillas en esta etapa, lo hará in situ.

Pesos y medidas
Haga un último barrido y coloque su nueva pieza, alineando su borde más largo con el más recto de los tabiques. En cuanto el revestimiento esté colocado, póngase de pie sobre la pieza: el peso de su cuerpo evitará que se mueva durante los inevitables ajustes.

El voladizo del borde
A lo largo de la pared adyacente, levante el borde sobrante y doble la esquina, alisando el revestimiento para resaltar el lugar del corte. Una espátula ancha le permitirá marcar esta esquina y también le servirá de guía al cortar. Una vez más, la hoja de corte debe estar perfectamente afilada.

Un trabajo de paciencia
Empieza por el lado menos incómodo. A medida que avance, el revestimiento se asentará entre los tabiques y todo será más fácil. No intente cortar demasiado cerca del borde. En su lugar, deje un pequeño milímetro entre la pared y el borde del material, para que pueda relajarse. Déjalo reposar al menos una noche antes de pegarlo.

Encolado en medias raciones
El encolado se realiza con una cola para suelos que se aplica con una llana dentada. Para ello, se levanta la mitad de la pieza, manteniendo el peso del cuerpo en la parte que permanece en su sitio. Después de doblar el suelo, se aplica en su lugar, insistiendo a lo largo de los bordes para que el adhesivo suba y rellene el hueco entre el borde del material y la pared. Las rebabas se pueden limpiar fácilmente con agua caliente.

Cortar las escotillas
Durante el proceso de encolado, se recortan las solapas y se pueden marcar las esquinas con puntos finos. Las solapas suelen tener una forma regular y, una vez guiada la cuchilla de la cortadora por el hueco entre las piezas de madera, el corte no es difícil.

Acabados
Quedará por volver a montar los ángulos y demás asideros de las escotillas. Asegúrese de que las cabezas de los tornillos se adaptan perfectamente a los agujeros avellanados donde se instalarán. Si no lo son, refrescaremos su posición utilizando una fresa adecuada.
