Se puede anticipar una salida exitosa del agua al final de un día en el mar. Aunque lleves mucho tiempo navegando, sea tarde, la tripulación esté cansada y tengas otras cosas en la cabeza, ten la precaución de mirar a tu alrededor. La bodega que usaste con seguridad esa mañana puede haber cambiado con la marea. El barro, las algas y las multitudes pueden dificultar mucho las cosas.
Preparar el coche y el remolque
- Al recoger el coche, tenga la precaución de dejar que el motor se caliente durante unos instantes. Le pedirás que haga un esfuerzo considerable para subir el calzo
- Si su remolque es articulado, suelte el perno que le permite "romper" la barra de tiro. Esta inclinación permite bajar el primer rodillo sin retroceder demasiado y, por tanto, sin sumergir el eje.
- Coloque el enganche en su sitio y asegúrese de que el cable del cabrestante está libre, suficientemente desenrollado y el trinquete del cabrestante está en su sitio para la elevación.

Montar el barco en el remolque sin problemas
- Cuando el barco suba, guarde el anzuelo y centre el morro del barco en el primer rodillo.
- Si la profundidad lo permite, el miembro de la tripulación que esté a bordo permanecerá con la marcha adelante para mantener la proa en su sitio.

- Tensar el cable hasta que la embarcación supere los primeros rodillos. La persona a bordo apaga el motor y le da cuerda.
- Al subir la colina, asegúrese de que el barco está alineado con los rodillos del remolque.

- En el caso de las embarcaciones que tienen una quilla embrionaria, puede ser necesario contar con un ayudante a cada lado de la embarcación para mantener el equilibrio de la misma cuando comienza a elevarse.
- Si hay un poco de agua en el barco, hay que abrir el tapón lo antes posible, lo que permitirá vaciarlo rápidamente gracias a la pendiente.
- Una vez que la embarcación esté asegurada contra el tope de proa, despeje la bodega: una vez en el piso, tendrá mucho tiempo para estibar lo que sea necesario y preparar el enganche para el camino.

Tómese su tiempo para preparar el barco para la carretera
- Desconecte el suministro de combustible y cierre el respiradero. Asegure la llave y el interruptor de apagado y asegure el motor en la posición de transporte. Recoge todo lo que pueda salir volando: cojines, chalecos, etc.
- La embarcación debe ser atada cuidadosamente en su lugar, pero sin exagerar la tensión para no deformar el casco.

- En el lado del remolque, las luces deben volver a colocarse en su sitio y comprobar su correcto funcionamiento.

- No olvide volver a sujetar el timón y comprobar que la rueda jockey está bloqueada en la posición superior y no corre el riesgo de aflojarse durante la conducción.
- Deténgase en una fuente de agua dulce para enjuagar el remolque de la sal, prestando especial atención a las ruedas y los cubos.