Maniobras sencillas
Esa mañana, el Terhi 480C se puso a prueba en el lago Päijänne, en el corazón de Finlandia. Hacía buen tiempo, y la embarcación, de sólo 4,80 m de eslora, era en realidad bastante pequeña para este lago de proporciones imponentes, el octavo más grande de Europa, con casi 120 km de longitud.

Pero la ventaja de un barco pequeño es obvia cuando sueltas amarras. Todo es sencillo y no requiere esfuerzo. Los pequeños cabos se guardan en los tambuchos, justo al lado de las cornamusas. Con 3 pasajeros, entre ellos dos escandinavos de buen porte, desplazarse y subir a bordo rápidamente conlleva un poco de agitación, pero aun así uno se siente seguro.

Todo a su alcance
El piloto, sentado a estribor, tiene todos los mandos al alcance de la mano. Aunque se sienta un poco apretado, puede maniobrar el volante y el acelerador montado en la amurada sin riesgo. ¡Casi puede soltar el punto de popa sin ponerse de pie!
Con 60 caballos de potencia, el máximo recomendado, nuestro Terhi 480C se alejó del muelle sin preocuparse y se unió a la flota de pruebas del día. A pesar del ligero chop en el agua y de la estela de los otros barcos, nos mantuvimos secos.

¡Conducción de karts!
Una vez que llegamos a una zona más abierta del lago, llegó el momento de probar el potencial de velocidad de la embarcación. Somos 3 a bordo y llevamos dos depósitos de combustible de 25 litros para alimentar el fueraborda Yamaha de 60 CV. El agua, que se mantiene bastante tranquila, nos permite empujar el barco a una velocidad máxima de 6.000 rpm y alcanzar los 27 nudos con un consumo de combustible de 20 litros por hora. A velocidad de crucero, el Terhi 480C alcanza los 20 nudos a 4.500 rpm y 0,49 l/milla.

El casco sigue siendo pequeño, por lo que es sensible a la inclinación en las curvas. Al igual que un kart en tierra puede parecer un juguete, el tamaño del Terhi 480C aumenta la sensación de velocidad. Los flaps traseros opcionales también ayudan a compensar la carga fuera de eje de la tripulación y a mantener la embarcación plana.

Cuando desembarcamos, los resultados fueron bastante positivos, tanto en términos de velocidad como de paso por el chop. Y como lo pequeño es bonito, dan ganas de imaginarse surcando los lagos con el barco a remolque.