Construido en 1935 por Forges et Chantiers de la Méditerranée en Graville, el Dyck 35 fue el primero de una nueva generación de barcos de bomberos con casco ancho, fondo plano y motores potentes. Atracado por primera vez frente a las costas de Dunkerque, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y regresó a Le Havre. Rebautizado con el nombre de Le Havre y vuelto a poner en servicio en 1950, disfrutó de una larga carrera, junto con su tripulación, garantizando la seguridad en el mar hasta 1981, año en que fue retirado del servicio.
Las lanchas contraincendios garantizan la seguridad marítima
Los barcos de bomberos, que complementaban a los faros terrestres, tenían la misión esencial de garantizar la seguridad de la navegación. Estas embarcaciones flotantes, equipadas con un mástil tubular que portaba un faro, se anclaban cerca de los bancos de arena en el mar mediante un ancla especial, señalando así su presencia a los navegantes. Algunos se utilizaban también para señalizar los canales navegables. Su modo de funcionamiento variaba: a veces necesitaban una tripulación para maniobrarlas, mientras que otras estaban automatizadas y funcionaban de forma similar a las boyas. En muchos países del norte de Europa, así como en Norteamérica, se utilizaron lanchas contraincendios. En Francia, el Service des Phares et Balises se inspiró en la práctica inglesa para diseñar estas embarcaciones.
Le Havre, uno de los buques autopropulsados pioneros con un equipamiento de seguridad óptimo
Le Havre es un buque de bomberos único. Fue el primero en equiparse con motores diésel acoplados a alternadores, lo que permitió su propulsión eléctrica. Esta movilidad le permitió, a diferencia de sus predecesores, no tener que depender de remolcadores. Nada más instalarse, bajo el nombre de Dyck 35, se dotó de características que demostraban su compromiso de garantizar una seguridad óptima a los navegantes:
- una sirena de niebla de aire comprimido compuesta por 4 bocinas unidas a un enorme depósito de aire utilizado como regulador.
- un transmisor de sonido submarino consistente en un vibrador bajado mediante una cadena de amarre a un cilindro, que atravesaba el barco por su altura. Las vibraciones tenían un alcance de unas 17 millas.
- una radiobaliza, también llamada radiofaro, que emite ondas eléctricas captadas por las antenas de los buques.
- una estación meteorológica.
- una lente Fresnel con un alcance de 17 millas.


Dos pequeños generadores diesel-dinamo, de 10 kW cada uno, producían la energía necesaria para iluminar el barco, accionar el faro y maniobrar el molinete. Para aumentar la seguridad, se duplicó todo el equipo mecánico y el alumbrado eléctrico se combinó con una instalación de gas. A causa del balanceo, el faro se equipó con un dispositivo especial montado sobre un cuadrante, con contrapesos que aseguraban la proyección horizontal a nivel del mar.
A bordo, una tripulación de ocho personas -un capitán, un jefe de máquinas, dos engrasadores, un teniente, dos marineros de cubierta y un operador de radio- trabajaba doce horas al día y era relevada cada quince días. Su trabajo consistía en tomar lecturas meteorológicas cada tres horas, mantener el barco y asegurarse de que los equipos de señalización y radio funcionaban correctamente.
De buque de guerra a guardián del mar
Durante la guerra, en 1942, el Service des Phares et Balises albergó la lancha, pero fue rápidamente requisada por los alemanes. El Dyck 35, pintado con colores militares, fue utilizado como batería antiaérea. Para aumentar su dotación, el pañol de velas de popa se transformó en camarote para la tripulación. Al final de la guerra, fue encontrado varado y abandonado en un canal cerca de Ostende, en la región flamenca. El Servicio de Faros y Balizas decidió ponerlo en dique seco para revisarlo y ponerlo a punto.
En 1948, el barco fue asignado al puerto de Le Havre. Un remolcador se hizo cargo de ella desde Dunkerque en 1949, y en 1950 volvió a prestar servicio en Le Havre, donde adoptó su nombre actual. Realizaba sus misiones de prevención y comunicación en tándem con otro buque. A partir de 1970, Le Havre se pintó de rojo y blanco, como los demás barcos de bomberos, para facilitar su localización nocturna. Además de servir como buque de señalización, también tomaba lecturas para la Administración Meteorológica Nacional francesa. Durante todo su periodo de estacionamiento, fue explotado por el servicio de Faros y Balizas de Ponts et Chaussées, que velaba por su buen funcionamiento. Al mismo tiempo, se utilizó como taller para el mantenimiento de boyas luminosas automáticas, antes de ser retirada del servicio en 1981 y sustituida definitivamente por una boya de señalización luminosa automática.

Salvados de la destrucción
En 1986, la Ciudad de Le Havre adquirió el barco al departamento de Faros y Balizas, actuando para salvarlo de la amenaza inminente de destrucción. En un gesto de preservación de su patrimonio marítimo, la Ciudad transfirió entonces la propiedad del barco a la Asociación del Museo Marítimo y Portuario, que emprendió varias campañas de restauración.
El Havre está destinado a convertirse en una pieza clave del patrimonio marítimo local. En 1999, durante la Transat Jacques Vabre, se iluminó y marcó la entrada al pueblo de la regata. En 2005, la ciudad de Le Havre renovó su apoyo a la asociación contribuyendo a la renovación del faro. El objetivo de esta operación era comprobar el grosor de las chapas y la protección del casco del barco, asegurando así su presencia en la próxima edición de la Transat Jacques Vabre.
Clasificado como monumento histórico en 2017, este primer barco de bomberos autopropulsado está amarrado en el muelle Renaud del puerto de Le Havre, testigo de una época pasada que marcó los inicios de la seguridad en el mar. A pesar de haber dejado de ser útiles con la llegada de las balizas automáticas y las modernas tecnologías de navegación, estos barcos de bomberos siguen siendo guardianes del patrimonio marítimo francés. En la actualidad, sólo quedan cuatro en el país. Uno de ellos, amarrado en el Sena de París, ha sido rehabilitado como local de música alternativa y underground, conocido como Batofar. Otros dos, el Scarweather en Douarnenez y el Sandettié en Dunkerque, pueden visitarse, y por último el Roquerols en Sète.


Datos técnicos
- Longitud: 42,5 m
- Anchura: 6,90 m
- Anchura en la línea de flotación: 6,35 m
- Calado: 4,68 m
- Desplazamiento: 770 toneladas
- Propulsión: Motor eléctrico autónomo de 100 CV
- Motores: 2 motores Sulzer acoplados a dos generadores de 10 KW y 2 compresores B.P
- Dos anclajes para paraguas
- Dos cadenas de 300 m de longitud
- Superficie vélica: 154 m2
Equipamiento interior
- Cinco camarotes individuales
- Cabina de tripulación con cuatro literas hamaca
- Plaza de oficiales
- Cuadrado de tripulación
- Cocina
- Pasarela
- Sala de radio del faro
- Sala de máquinas
- Compartimentos del depósito de aire
- Compartimento delantero para la cadena
- Compartimento de combustible
- Taller delantero
- Cuña