Ensayo / Prueba en el mar del Navan S30: comportamiento deportivo y juguetón

No podíamos esperar a probar este precioso casco escalonado en un chop mediterráneo. Con un Mercury de 400 CV, el resultado estuvo a la altura de nuestras expectativas.

Una salida en condiciones mediterráneas

Nuestra prueba tuvo lugar en la bahía de Cannes, partiendo del puerto de Mandelieu La Napoule. Una corriente de levante de unos quince nudos soplaba sobre el agua, que bullía de tráfico en vísperas del Festival Náutico de Cannes.

Un pequeño chop cruzado convivía con la agitación de las estelas de los numerosos barcos en el agua. Estas condiciones desordenadas son ideales para poner a prueba este casco escalonado.

Partimos con el depósito de combustible lleno hasta un tercio, es decir, unos 150 litros, pero con 7 pasajeros a bordo. Nuestro Navan S30 está propulsado por un Mercury V10 que desarrolla 400 CV, con una potencia máxima de 450 CV con un solo motor, o 600 CV con dos motores.

Una cabina protegida

El suelo de la bañera es más bajo que el de otras zonas habitables. Como resultado, ofrece una excelente protección, reforzada por un eficaz parabrisas rematado por un pasamanos.

El puesto de gobierno está a babor, con un asiento para el pasajero en el lado opuesto. El piloto puede elegir entre estar de pie o sentado en el asiento. El panel de instrumentos es impresionante, con pantallas fáciles de leer. La posición del acelerador es un poco incómoda para orientarse y le falta un poco de ergonomía.

Excelente comportamiento

Con un barco bastante pesado, alcanzamos una velocidad máxima de 41 nudos. Tardamos menos de 5 segundos en despegar. Fijamos nuestra velocidad de crucero en 24 nudos, con un régimen del motor de 4.000 rpm y un consumo de 45 litros por hora.

El casco cumple su función y ofrece un excelente agarre en las curvas. Los escalones son eficaces y proporcionan una conducción bastante aireada. Incluso cuando pusimos al Navan S30 a prueba, no fallamos en su manejo, aunque infligimos algunas molestias a la tripulación.

La dirección es ligera y sensible, y el piloto puede colocar la embarcación donde quiera. Como el casco es más bien estrecho, la escora es un poco pronunciada en las curvas cerradas, pero sin sorprender a los pasajeros.

Nuestro Mercury de 400 CV representa una buena síntesis, ya que ofrece unas prestaciones muy respetables, con un consumo de combustible y unos costes inferiores a los de un motor bimotor. Por otro lado, estaba montado un poco alto, lo que provocaba ventilación en ciertas curvas. Para los propietarios que prefieran un programa deportivo, también está disponible un modelo bimotor con dos motores de 300 CV. El valor del motor monomotor de 450 CV es cuestionable, dadas las excelentes prestaciones que ya ofrece la unidad de 400 CV.

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