Descubrimiento del bote salvavidas SNS 281 Notre-Dame-des-Marins en Martigues

Tras un año de importantes reformas, la estación de la SNSM de Martigues ha recuperado su lancha de 2ª clase. Para nosotros ha sido la ocasión de echar un vistazo a este bote salvavidas, que realiza una treintena de intervenciones al año.

Una lancha insumergible de 2ª clase

El SNS 281, con base en Martigues, es un bote salvavidas insumergible de 2ª clase. Está propulsado por dos motores Iveco de 200 CV que le confieren una velocidad máxima de 23 nudos.

Dotado de una tripulación de entre 4 y 6 socorristas, realiza una treintena de intervenciones al año. Su zona de misión abarca el Etang de Berre y el puerto de Fos. De este modo, responde a los navegantes en apuros, a los aficionados a los deportes náuticos y a los marineros de uno de los numerosos cargueros del golfo de Fos.

Su autonomía legal para misiones de rescate es de 12 horas.

Cada miembro de la tripulación está conectado a la estación a través de una aplicación que permite al patrón de la lancha saber quién está disponible. En caso de alerta, el patrón selecciona a los tripulantes disponibles, que reciben una solicitud para reunirse en la lancha.

La lancha debe estar en marcha en un plazo de 15 minutos tras ser alertada y abandonar el puerto.

Una gama completa de equipos para cada situación

Sus dos motores Iveco están equipados cada uno con una bomba de gran capacidad. El primero abastece a la manguera de incendios de a bordo, mientras que el segundo se utilizará si la lancha sufre una fuga importante.

El SNS 281 también está equipado con una motobomba móvil, que se guarda en el puente de mando, para bombear agua a la embarcación del demandante.

La electrónica de a bordo es muy amplia para una lancha de 2ª clase. El puente de mando alberga un PC marinizado, un Garmin combi, dos VHF, el AIS, un radiogoniómetro y un centro de navegación.

El PC está equipado con Hora Cero, que facilita la aplicación de las directivas Cross Med. Por ejemplo, al buscar a un reclamante, la zona que hay que blanquear aparece automáticamente en la pantalla, indicando el rumbo y la distancia que hay que recorrer, lo que evita tediosas sesiones de cálculo en una lancha rápida azotada por las olas.

Esta lancha es una de las pocas equipadas con una cámara térmica, que se fija en la parte delantera del puente de mando. Este equipo de última generación facilita enormemente la búsqueda de una persona que haya caído por la borda. Además, para las búsquedas nocturnas, es un equipo muy eficaz para luchar contra las luces parásitas, que abundan en el Etang de Berre.

Otra cámara trasera, conectada al centro de navegación, permite al patrón de la lancha vigilar la zona de maniobras.

En la proa está el molinete y las sólidas cornamusas.

En la parte trasera, el remolque se guarda en un estante adosado al puente de mando. Está previsto instalar un carrete de almacenamiento en la cubierta trasera para facilitar las maniobras.

Un volumen interior en el que se aprovechan todos los espacios

Además de los instrumentos de navegación, el puente de mando alberga parte del equipo de emergencia y respuesta. Cada tripulante dispone de un equipo completo, que incluye casco y chaleco salvavidas autoinflable.

El pique de proa contiene todo el equipo de asistencia médica. La farmacia de a bordo es de nomenclatura estándar.

Si el personal médico, doctores o enfermeras, tuvieran que ser transportados por aire a la lancha, conocerían perfectamente el equipo del que dispondrían.

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