Punto de vista / Navegar lentamente a motor, ¿una sabia reconversión para navegantes veteranos?

Pesquero de arrastre en la costa este de EE.UU © Malou Montésinos

Entusiastas de la propulsión eólica, de las noches estrelladas olfateando una suave brisa, o arreciando contra unos vigorosos alisios, llega un momento en que, ay, "ya no es para nosotros...âeuros". Pero el deseo de navegar sigue ahí. A la opción del motor no le faltan argumentos, ni siquiera ecológicos.

¿Seguro que lo más sensato es reaccionar cuando aún hay tiempo?

A pesar de los estragos irreparables del paso del tiempo, que merman nuestra fuerza, sentido del equilibrio y muchas otras capacidades, desempeñar su papel a bordo de un velero es cada vez más arriesgado. Sin embargo, es posible conseguir hacerse a la mar bien entrada la vejez. Pero para ello hay que evitar dormirse en los laureles, reconocer que la mayor parte de la agudeza ha disminuido y organizarse en consecuencia.

Algunos gestos automáticos mal ejecutados pueden ser fatales

¿Quién no ha hecho nunca, de noche, una maniobra equivocada abriendo el bloqueador de costado? Del mismo modo, después de haber estado en el lado equivocado de la boya de paso, el viejo marinero puede comprender que tal vez sea el momento de pensar en reducir la lona si no quiere acabar como una hamburguesa de tiburón.

Buenas noticias: ¡no todo está perdido gracias a la mecánica del euro!

Es perfectamente posible "disfrutar" un poco más de las inestimables alegrías que nos brinda el mar, cuando así lo decide. Hace muchos años, algunos constructores de barcos tuvieron la ingeniosa idea de utilizar motores en lugar de velas para propulsar sus embarcaciones. Es una opción que no ha perdido nada de su atractivo hoy en día.

No hace falta ir rápido con un barco de propulsión mecánica

Contrariamente a muchas ideas preconcebidas, este tipo de navegación es en gran medida respetuosa con el medio ambiente. Al contrario, no hay necesidad de una potencia excesiva. Al viajar a velocidades comparables a las de la inmensa mayoría de los yates de crucero, nuestro impacto en la naturaleza puede ser incluso menor.

Algunos datos que no se mencionan a menudo en los bares de la Marina...

La ausencia de jarcias, mástiles, velas, cabrestantes y todo ese tipo de cosas significa que el desplazamiento y la estiba se reducen considerablemente (y no me refiero a las facturas de mantenimiento...). Parte de este ahorro se destinará a los depósitos de combustible, pero no todo. La balanza se inclina en gran medida a favor de la solución motorizada.

El espacio así liberado se aprovechará para optimizar el aspecto energético de nuestras peregrinaciones náuticas

La instalación de paneles solares, turbinas eólicas y un paquete de baterías del tamaño adecuado pronto dejará obsoleto el generador. Como resultado, podremos disfrutar de todas las comodidades de la vida moderna, alimentados por electricidad "verde", con la ventaja añadida de una autonomía total para la vida a bordo.

Y si el virus de la vela sigue activo...

Nada le impide comprar una embarcación de vela ligera. Existen varios modelos, con uno o dos cascos, que proporcionan una deliciosa gama de sensaciones.

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