Un barco en la tradición de los multicascos de regata
Con el paso de los años, la velocidad de los barcos y los avances tecnológicos son cada vez mayores, por lo que resulta cada vez más difícil seguirles el ritmo en las salidas de las regatas. Es el caso, en particular, de los camarógrafos encargados de filmar los nuevos multicascos, que necesitan una plataforma estable para rodar. En 1999, Royal Production encargó a CDK Technologies la construcción de un catamarán en el mismo astillero de Finisterre que construye veleros de competición, un catamarán capaz de seguir el ritmo de los nuevos Fórmula 1 de los mares, sin consumir demasiada energía ni moverse demasiado. Así nació el Royal Atlantic.
Philippe Facque, responsable de CDK, y el arquitecto naval Nigel Irens han ideado un multicasco de sólo 9.500 kilos de desplazamiento, 15,5 metros de eslora y 6,30 metros de manga. Construido a partir de un sándwich de espuma, vidrio y carbono al vacío, sus cascos ondulados limitan el consumo de combustible y proporcionan una buena estabilidad, incluso en las aguas agitadas características de una salida de regata, como pudimos comprobar. Sus dos motores Yanmar de 350 CV le proporcionan una autonomía de 500 millas con un bajo consumo de combustible y una velocidad de crucero de más de 20 nudos, con una estela mucho menor que la de una semirrígida o una lancha rápida, por lo que no molestará a los yates en regata.
Equipamiento básico y distribución eficaz de la cubierta
La bañera del flybridge es el lugar preferido para las salidas, ya que ofrece una visibilidad perfecta al piloto y deja libre la cubierta principal para los equipos de vídeo y fotografía. Las amplias pasarelas, con un carro salvavidas que recorre todo el perímetro, permiten a los periodistas elegir su punto de vista. La bañera de popa, bien resguardada, ofrece un espacio protegido.
En el interior, la atención se centra en la eficiencia. Dos escritorios y mesas de cartas permiten trabajar en popa, mientras que un puesto de gobierno central será útil en condiciones difíciles. Dos literas tipo ataúd, en el grueso de la plataforma, ofrecerán un poco de descanso para las largas navegaciones. Con su diseño aerodinámico y sus esbeltos cascos, el Royale Atlantic limita los movimientos de la plataforma, para optimizar el confort.
Sólo los motores están alojados en los cascos.
Tras 25 años en uso, este barco sigue demostrando su relevancia en las salidas de las regatas, y tiene mucho que inspirar el diseño de lanchas motoras eficientes y "sobrias" en relación con su velocidad.
