Una vez en el agua, basta una ligera brisa para salir del puerto deportivo. El día de nuestra prueba en el mar, el viento soplaba entre 10 y 12 nudos, con un máximo de 14 nudos. Condiciones suficientemente fuertes para divertirse en la bahía de Chesapeake, especialmente cuando ya hay algunos otros multicascos, en su mayoría más grandes, en el agua.
Rápidamente alcanza la velocidad del viento
Una vez fuera del refugio, la 30 SportCat aprovecha la más mínima brisa. Al ser tan ligero, menos de una tonelada, la aceleración es sencilla y pronto alcanzas la velocidad del viento, si no un poco más rápido.

Extremadamente ágil en diferentes ángulos, el catamarán se encuentra en su mejor momento alrededor de 35° a 40° con respecto al viento aparente. Precisamente en este ángulo aprovechamos una ligera brisa para acelerar hasta 14 nudos, suficiente para adelantar a otro catamarán, y luego a un segundo. No cabe duda de que las prestaciones están ahí, y el fabricante anuncia incluso una velocidad máxima de 19 nudos. Ya es una cifra muy decente, que pronto será superada... Esta vivacidad se hace aún más agradable por el hecho de que se puede conseguir sin un esfuerzo desmesurado. De hecho, no hay que tirar de los cabos como un loco, ni trapear sistemáticamente para manejar correctamente este catamarán. Sin embargo, con una buena brisa, una tripulación experimentada y ganas de llevar al límite a este pequeño racer, se puede disfrutar de verdad.

El objetivo principal era diseñar un catamarán de iniciación
Sin embargo, el objetivo principal era diseñar un catamarán de iniciación, y es justo decir que no sólo se ha superado el reto, sino que el resultado va mucho más allá de los objetivos de la escuela de vela. El 30 SportCat es muy dócil y fácil de manejar. Cómodamente sentado en un banco, bastón en mano, se puede disfrutar del paisaje y de la brisa. Otro punto positivo es que el catamarán puede alojar hasta ocho personas a bordo, lo que lo hace ideal para excursiones de un día. Dos pequeñas literas permiten incluso pasar la noche a bordo en modo acampada.

El equipamiento es bastante básico, pero hay varias opciones interesantes, como orzas de carbono, paneles solares e incluso una vela de cometa. Otra opción casi indispensable es el iPad, con su carcasa estanca que contiene todos los datos de navegación.
Por último, el Xquisite está diseñado para un pequeño motor fueraborda de combustión interna, pero también puede equiparse con un motor eléctrico.