El patrón Éric Bellion regresa a la Vendée Globe con un IMOCA atípico, Stand As One. Diseñado por el arquitecto David Raison y botado en junio de 2023, este barco encarna un enfoque diferente de las regatas oceánicas, centrado en la sobriedad y la puesta en común de recursos. Destaca por su ausencia de foils, apéndices que parecían obligatorios en las nuevas construcciones desde 2020.

La puesta en común como clave del éxito
Stand As One es el resultado de un proyecto de puesta en común de recursos. El equipo de Éric Bellion ha trabajado en estrecha colaboración con el de Jean Le Cam para construir el "Hubert 2.0". Hubert es el nombre del antiguo IMOCA del navegante de 64 años -un barco de la generación anterior sin foils- a bordo del cual cruzó la línea de meta en 2020 en 8ª posición, siendo finalmente reclasificado en 4ª posición gracias a una bonificación.
Los dos equipos y sus socios pensaron en crear dos barcos idénticos, compartiendo el mismo arquitecto, el mismo astillero y poniendo en común su experiencia y sus finanzas, por un presupuesto idéntico de 5 millones de euros. Fue una gran apuesta, ya que sin equipo de diseño, fue todo el equipo de Eric Bellion el que se implicó, y se necesitaron un total de 45.000 horas de trabajo para dar vida a este innovador barco IMOCA.
"Sin la puesta en común, no habríamos podido construir este barco" afirma Eric Bellion. Los dos proyectos, lanzados simultáneamente, nos han permitido optimizar los recursos disponibles. "Construimos dos barcos entre febrero y septiembre, armados de pies a cabeza, con un calendario muy apretado. No habría sido posible sin tanta organización" explica Marie Lattanzio, directora del equipo.

Un diseño sobrio y cuidado
David Raison, conocido por sus revolucionarios diseños en las clases Mini y Class40, ha aplicado principios similares a este IMOCA. Inspirado en los scows, barcos de proa ancha y plana, Stand As One se centra en la fiabilidad y la sencillez. Este diseño de scow, con una orza recta y un fuerte rocker, es un concepto que no existía en la clase IMOCA, según confiesa su patrón.
A diferencia de la mayoría de los competidores equipados con foils, Bellion y su equipo han optado por un diseño de orza, limitando así los costes y riesgos asociados al control de estos complejos apéndices.
"Nos dimos cuenta de que no podíamos hacer un foiler. Es mucho dinero y no teníamos tiempo para dominar todas las sutilezas" explica el capitán.

Stand As One es innovador por su forma, pero también por sus características técnicas. Mientras que muchos de sus competidores apuestan por cabinas cerradas para mayor comodidad y protección, Eric Bellion ha optado por lo contrario: "Quiero ver el océano, los pájaros, la luna, la puesta de sol y el amanecer" Su cabina abierta encarna este deseo de estar en contacto permanente con el entorno natural, aunque ello signifique estar más expuesto a los elementos.
Uno de los principales objetivos de su diseño y construcción es ganar una media de 1,5 nudos al día en comparación con otros barcos de orza. La idea no es ir "muy rápido, pero ir rápido todo el tiempo" Una elección compartida por el arquitecto: "Despega rápidamente en el agua, con una estela apretada. La resistencia es bastante lineal. Si aceleras un 50%, la velocidad aumenta un 50%. No hay picos de frenada en el barco"

Contrarreloj para reparaciones costosas
Durante la Défi Azimut 2023, Eric Bellion se vio obligado a retirarse tras sufrir problemas con su piloto automático. Unos meses más tarde, durante la Transat Jacques Vabre 2023, el Stand As One sufrió graves daños tras una colisión con un objeto flotante no identificado (OVNI). El impacto provocó la delaminación del casco en una superficie de 12 a 14 m², lo que hizo necesaria una costosa reconstrucción de esta zona. "Tuvimos que reparar una parte enorme del casco, casi el 10% de la superficie total del barco" explica Eric Bellion. El coste total de las reparaciones ascendió a 400.000 euros, lo que supuso un reto financiero considerable para el equipo.
Además de la reconstrucción, otras zonas del barco resultaron dañadas, incluidos los largueros y ciertas partes de la estructura interna. Hoy, el barco está listo y equipado con un banco para que el navegante descanse durante la regata.
"Probé el barco en la Transat en unas condiciones de mar complicadas, y demostró ser impecable. Está listo para la Vendée Globe" concluye Eric Bellion.