Ensayo / Ranieri Cayman 33.0 Manejo ejecutivo y deportivo sin renunciar al confort y la seguridad

El casco del Ranieri Cayman 33.0 Executive está particularmente bien ejecutado

En esta tercera parte, nos ponemos a los mandos de esta semirrígida en la bahía de Cannes. Una prueba en toda regla que demuestra que, además de estar bien acabada y ser cómoda, esta embarcación es también muy marinera.

Cuando se trata del diseño de cascos, el astillero Soverato no tiene nada que demostrar. Las embarcaciones Ranieri siempre han sido marineras, y cada vez son mejores. Con el 33.0, el fabricante presenta un casco totalmente nuevo, más profundo y, sobre todo, con doble escalón. Dos características que, sobre el papel, hacen del Ranieri un barco que se comporta bien en mares agitados, al tiempo que mejora la deportividad general y reduce el consumo de combustible.

Le Cayman 33.0 Executive peut vraiment devenir sportif
El Cayman 33.0 Executive puede llegar a ser realmente deportivo

Un casco con doble escalón

Para juzgar los méritos de semejante diseño de casco, pusimos a prueba el Cayman 33.0 en la bahía de Cannes. Para la ocasión, montamos dos motores Mercury de 300 CV en el espejo de popa. Ya es un motor considerable, aunque no estuviéramos a la máxima potencia, ya que la semirrígida está homologada para hasta 800 CV, ¡lo cual es bastante impresionante! Con este tipo de propulsión, es justo decir que el barco muestra un cierto dinamismo.

Le poste de pilotage est complet et ergonomique
La cabina es completa y ergonómica

En cuanto llegué al final del canal, apreté el acelerador y la respuesta fue inmediata. Sólo 4,15 segundos para despegar y unos segundos más tarde estábamos navegando a unos 35 nudos (40 mph) a 4.500 rpm. Una velocidad constante, pero cómoda, ya que el casco maneja perfectamente el choppy.

Gracias a los dos escalones, el despegue se consigue en un santiamén y, una vez en sus líneas, la embarcación vuela sobre el mar con una superficie mojada reducida al mínimo para borrar el relieve marino, mejorar las prestaciones y reducir el consumo de combustible. Si se aprieta un poco más, se pueden alcanzar rápidamente los 40, 45 e incluso casi 50 nudos (57 mph) a toda velocidad, lo que, para una embarcación familiar, es bastante deportivo.

El hecho es que la embarcación no se mueve, traza su rumbo como si fuera sobre raíles sin mostrar nunca ningún signo de inestabilidad. La secuencia de algunas curvas rápidas confirma estas primeras impresiones, ya que la semirrígida se asienta sobre su flotador y ataca la curva tranquilamente, con un radio de giro bastante corto. Una vez en marcha, la estabilidad proporcionada por la parte trasera de los flotadores es ejemplar y, por último pero no menos importante, el barco no se moja en absoluto.

Prestaciones deportivas y consumo de combustible razonable

Un vistazo al consumo de combustible muestra que, una vez más, los dos escalones funcionan a la perfección. A 3500 rpm, justo después del despegue, el consumo no supera los 30 l/h. A 4.500 rpm, la velocidad de crucero, el indicador muestra 56 l/h (para los 2 motores), lo que sigue siendo razonable. Las cifras suben un poco al pisar el acelerador, pero eso es perfectamente normal.

Otro punto positivo es que no tienes que esforzarte mucho para encontrar el trimado adecuado, lo que te deja suficiente margen de maniobra para hacer frente a las cambiantes condiciones del mar. Así que la prueba fue más que satisfactoria, sobre todo porque nadie a mi alrededor se quejó de ser zarandeado, lo que confirma la comodidad a bordo.

Avec 2 x 300 ch, le semi-rigide frôle les 50 noeuds
Con 2 x 300 CV, el semirrígido puede alcanzar velocidades de hasta 50 nudos

Sin embargo, teniendo en cuenta los 3.500 kg de peso en vacío de la embarcación, esta potencia no es necesariamente necesaria, y deberíamos poder arreglárnoslas con 2 x 200 o 2 x 250 CV sin que esta embarcación se vuelva lenta, lo que la hace aún más atractiva.

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