SAY 52: las opciones técnicas de un dayboat de carbono diseñado para altas velocidades

Diseñado para navegantes rápidos, el SAY 52 combina construcción en carbono, motores musculosos y un diseño afilado. Es un modelo que atrae a un público exigente, mucho más allá del simple crucero costero.

El SAY 52 se basa en un principio sencillo: ser lo más ligero posible para ganar en vivacidad. Para lograrlo, el astillero alemán SAY Carbon Yachts ha optado por una estructura sándwich completa de carbono y epoxi. El resultado es una unidad de 15,95 metros y sólo 7,5 toneladas de peso en seco. Esta relación peso/eslora es poco frecuente, incluso en embarcaciones deportivas. No sólo garantiza una rápida aceleración, sino también un consumo de combustible controlado a altas velocidades.

Esta ligereza impone una serie de restricciones: control de los procesos de infusión, ensamblajes específicos y refuerzo en los puntos de carga. Cada componente de a bordo está diseñado para ser coherente con la arquitectura ligera. El astillero, situado a orillas del lago de Constanza, aprovecha los conocimientos técnicos heredados de la industria del automóvil deportivo.

Un casco diseñado para ofrecer rendimiento y estabilidad

El SAY 52 no sólo es ligero. Su casco tiene una V pronunciada en la parte delantera, con una proa vertical y un corte limpio. El resultado es una mejor penetración de las olas y una menor tensión a altas velocidades. Con un calado de sólo 97 centímetros, la embarcación sigue siendo accesible en aguas poco profundas, al tiempo que alcanza velocidades máximas cercanas a los 45 nudos.

La distribución de la cubierta, por su parte, se mantiene fiel a la lógica del dayboat: una amplia bañera, un solárium despejado, zonas para tomar el sol a proa y popa, y una circulación lateral fluida. La ergonomía se ha cuidado al máximo, con un puesto de gobierno central protegido por un parabrisas cónico y un techo rígido de líneas angulosas y ventanas facetadas.

Dos motores, diferente comportamiento

El SAY 52 está disponible en dos configuraciones de motor. La primera combina dos motores de gasolina Volvo Penta V8 de 6,2 litros, que dan un total de 860 CV. La segunda se basa en dos motores diésel D6 de 440 CV cada uno. En ambos casos, la propulsión corre a cargo de unidades Aquamatic de doble tornillo.

También está disponible como opción un sistema híbrido. Se basa en una arquitectura de chorro eléctrico que permite una navegación silenciosa en distancias cortas, sobre todo al acercarse a puertos o en zonas sensibles. Las ventajas de esta configuración siguen siendo limitadas en términos de autonomía, pero responde a ciertas restricciones medioambientales cada vez mayores.

Un diseño pensado para los visitantes de un día

Diseñado para doce pasajeros, el SAY 52 asume su papel de plataforma diurna. La bañera incluye una cocina exterior, un salón modulable y acceso directo a la cubierta de sol. En el interior, el salón convertible y el camarote doble permiten pasar una noche a bordo, sin necesidad de prolongar la travesía.

Un garaje Seabob, integrado bajo la cubierta trasera, refuerza el posicionamiento de ocio de la embarcación. El astillero ha elegido materiales de alta gama para todos los accesorios, sin exagerar la estética. El resultado es despejado pero funcional.

Una unidad situada en un segmento exigente

Con una eslora de 15,95 m y un precio de entrada de 2 millones de euros, el SAY 52 se enfrenta a modelos de la talla del Pardo GT52, el AMG 55 de Frauscher y algunos modelos de Fjord y Wally. Lo que lo distingue es la ligereza de su construcción en carbono, combinada con una firma estética distintiva.

Este modelo se dirige a una clientela de gama alta que busca prestaciones, sensible al diseño contemporáneo y familiarizada con los códigos de la náutica de alta gama. En septiembre de 2025, se presentará en Cannes y Génova, dos eventos en los que los yates deportivos de este calibre encuentran naturalmente su público.

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