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Dos años de formación intensiva en el Mediterráneo
SP80 llegó a Leucate en 2023 con un prototipo que aún no había navegado, y ahora se marcha con uno de los veleros más rápidos del mundo. El equipo ha alcanzado velocidades máximas de 58,2 nudos, mientras aprendía a dominar un concepto sin precedentes: alas de cometa gigantes y un barco aerodinámico para la velocidad pura.
"Leucate era el terreno de aprendizaje ideal" afirma Mayeul van den Broek, Director General y piloto. Gracias al apoyo logístico del ayuntamiento, del Gran Narbona y de Port-La Nouvelle, el barco ha podido evolucionar rápidamente hasta estar a punto de establecer sus primeros récords de categoría en la primavera de 2025. Sólo la meteorología, con vientos demasiado flojos, impidió al equipo lograr un primer récord oficial.
Walvis Bay, un lugar legendario para el exceso de velocidad
SP80 pone ahora sus miras en la bahía de Walvis, en Namibia. Este tramo de agua de renombre mundial vio a Paul Larsen establecer el actual récord mundial en 2012 con el Vestas Sailrocket II a 65,45 nudos (121 km/h). Sus condiciones meteorológicas estables y potentes, entre septiembre y diciembre, lo convierten en un lugar ideal para este tipo de intentos. " Teníamos Namibia en mente desde el principio, pero habría sido prematuro ir allí sin haber dominado el barco explica Benoît Gaudiot, cofundador y piloto de cometas.
Amplia preparación logística y financiera
La campaña de Namibia representa un nuevo reto, tanto logístico como financiero. El equipo, deliberadamente reducido, trata de reunir la financiación necesaria antes de finales de 2025.
" Este nuevo capítulo implica un presupuesto importante, y estamos buscando activamente nuevos socios, insiste Mayeul van den Broek. El equipo destaca la oportunidad mediática: no se bate un récord mundial de velocidad a vela desde 2012. La campaña SP80 sería la culminación de más de siete años de investigación y desarrollo.
Ambición intacta
A pesar de la ausencia de récord en 2025, el SP80 cuenta hoy con un barco fiable y progresivo que aún está lejos de sus límites. La próxima etapa ya no consistirá en aprender a navegar, sino en estar atento a las condiciones perfectas y listo para aprovechar la ventana meteorológica adecuada. Este cambio marca una fase decisiva del proyecto: transformar un prototipo prometedor en una máquina de batir récords.
