El Hermione se ve obligado a refugiarse en el norte de Marruecos


Tras salir de La Rochelle el 21 de febrero de 2018, el Hermione se enfrenta a unas condiciones de mar difíciles desde el pasado domingo: potente oleaje y vientos muy fuertes del oeste. Por ello, el comandante Cariou ha tomado la decisión de refugiarse en Ceuta (ciudad española del norte de Marruecos), fondeando en la bahía de Fnidek.

Las condiciones son difíciles para el Hermione y su tripulación. La fragata partió de La Rochelle el 21 de febrero de este año hacia su primer puerto de escala, Tánger, en Marruecos. En ese momento, el Comandante Cario estaba encantado de beneficiarse de unas condiciones de viento excepcionales para salir rápidamente del Golfo de Vizcaya, temido en invierno. Los vientos de levante (que han helado a Europa recientemente) permitieron al Hermione "desempatar" en sólo dos días con una buena velocidad media.

La tripulación esperaba poder hacer viradas largas en el Atlántico, pero este sistema meteorológico, conocido como "Moscú-París", persistió. Esta alta presión se extendió ampliamente sobre el Atlántico Norte y bloqueó el paso clásico de las bajas atlánticas, que generalmente aterrizan en nuestra costa occidental y en el Canal de la Mancha. Luego se deslizaron por el borde de este alto para encallar insólitamente en el embudo de Gibraltar: desde la costa portuguesa hasta Marruecos. El mismo lugar donde estaba la Hermione.

La tripulación actuó en consecuencia bajando las yardas más altas de la cubierta para reducir la estiba y, por tanto, el balanceo de la fragata. Se duplicó el amarre de los cañones y se instalaron líneas de vida en la cubierta. "Desde el pasado domingo, nos enfrentamos a olas de más de 4 a 8 metros y vientos de hasta 50 nudos (90 km/h), con un oleaje cruzado. En varias ocasiones, el capitán ha tenido que movilizar a los 78 miembros de la tripulación en cubierta para maniobrar el aparejo y las velas con total seguridad. No se produjeron daños a bordo y la tripulación se comportó muy bien, a pesar del cansancio", declaró Yann Cariou, comandante del Hermione.

Como no se espera que la situación meteorológica mejore en los próximos días, se ha decidido refugiarse o trasladarse a un puerto de las costas españolas o portuguesas. Pero como las costas están demasiado expuestas al viento del oeste, Yann Cariou ha decidido, en consulta con la asociación Hermione âeuros La Fayette, propietaria del barco, continuar hacia Marruecos con la idea de fondear en la bahía de Tánger.

Pero dadas las condiciones meteorológicas, la rada no ofrecía el mejor refugio. Por lo tanto, la tripulación siguió su camino y cruzó el Estrecho de Gibraltar para fondear en la bahía de Fnidek, debajo de Ceuta. L'Hermione pudo finalmente echar el ancla durante la noche del 2 al 3 de marzo.

La tripulación, que no ha dejado de maniobrar, día y noche, está cansada y ahora podrá descansar. El Hermione deberá permanecer anclado hasta la fecha de su escala en Tánger (del 9 al 12 de marzo), a menos que las condiciones meteorológicas mejoren. Entonces podrá zarpar de nuevo y los gabiers podrán continuar su entrenamiento.

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