Tras el curso de rally, llega el momento del crucero, el de verdad. El que se toma el tiempo para pasear, para disfrutar de los paisajes y de la gente. Pero antes, hay que poner en orden el barco
Recuerda que habíamos dejado a Hugo llegando a las Islas Canarias después de una travesía realmente accidentada desde Gibraltar. Una gran ola incluso llenó la cabina e invadió parte del habitáculo. La capota no resistió y se arrancó.
El primer paso es vendar las heridas, limpiar, desalar y reparar. Hugo, como buen navegante, aprovecha su escala para poner a punto su velero antes de tomarse un tiempo para sí mismo.
Afortunadamente, el agua es clara y poco profunda y puede realizar la reparación buceando bajo el casco.
La visita a las Islas Canarias comienza con la Graciosa, y luego con Fuerteventura. El resto de estas paradas se informará en futuros episodios.