Solubag es una empresa chilena dirigida por Roberto Astete, especializada en la producción de productos y materiales que no dañan el medio ambiente, con tecnología de degradación acelerada. Así, en una rueda de prensa celebrada a finales de julio en Santiago, el director y su jefe de ventas presentaron la bolsa de plástico del mañana.
Esta bolsa está formulada a partir de alcohol polivinílico (PVA), un componente que se desintegra en contacto con el agua y es 100% respetuoso con el medio ambiente, sin dejar aditivos tóxicos ni contaminantes. Fabricada a partir de un derivado de la roca caliza, al desintegrarse, la bolsa no contamina en absoluto, dejando sólo carbono en el agua. Tras una demostración, la bolsa se disolvió en 5 minutos en el agua, dejándola pura e incolora.
"Sólo queda carbono en el agua, no tiene efecto en el cuerpo humano" dijo Cristian Olivares, el director de ventas, mientras tomaba una copa.
Los estudios sobre la presencia de los 19 tipos de metales pesados y los 17 tipos de plásticos prohibidos por la Unión Europea en los productos Solubag han sido además realizados por SGS (empresa de control y certificación). El uso de bolsas de plástico también ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Cuando sabemos que el plástico tarda entre 150 y 500 años en desintegrarse, esta solución sería un auténtico revulsivo contra la contaminación. Esta solución, cuyo precio inicial era elevado, es ahora más accesible, como explican los dos hombres El precio inicial de este nuevo material era elevado, pero gracias a la mejora continua del proceso y a la certificación de los proveedores, pudimos reducir este valor por un factor de cinco y entrar en el mercado dice Roberto Astete. En un futuro próximo, el precio será similar al del polietileno actual .
