Probar un velero requiere una combinación de factores meteorológicos. Para probar a fondo un barco, se necesita viento (pero no demasiado), mar (pero no demasiado), sol (para las fotos). En resumen, unas condiciones que no siempre son fáciles de cumplir, sobre todo cuando el otoño está a la vuelta de la esquina y el barco está disponible para las pruebas.

Los motores se apagan rápidamente
Para probar este nuevo catamarán Aventura 44 tuvimos que perseguir un poco estas condiciones y cuando pudimos embarcar en Canet-en-Roussillon, no había viento suficiente para que pudiéramos validar realmente el comportamiento en el mar de este barco de crucero.
Y sin embargo, navegando con vientos de 6 a 8 nudos (¡10 en el momento álgido de las rachas!), nos sorprendió gratamente comprobar que este catamarán prescinde fácilmente de sus motores. El peso estimado (9,5 T) anunciado para una eslora de 13,20 m, hace que este yate sea muy rápido. Y sin embargo, nuestro modelo de pruebas, el número 1 del patio, estaba ampliamente equipado para validar las opciones de la serie.

Prácticas con poco personal
Este yate tiene un puesto de mando en la cubierta. Desde allí se tiene acceso a todas las maniobras que se realizan mediante 3 cabrestantes Harken (uno de ellos eléctrico). Es sencillo y práctico, pero planteará alguna dificultad en cuanto seamos dos los que queramos actuar al mismo tiempo. Luchamos un poco por el espacio. Por otro lado, la situación es ideal para un navegante en solitario.

Construcción de alta calidad
La visita de este catamarán nos sedujo por la calidad de la construcción y los acabados. Se nota que el equipo del astillero navega con sus barcos y tiene la voluntad de construir unidades capaces de hacerse a la mar con cualquier tiempo. El astillero tiene su base en Túnez y todo el transporte para entregar los barcos parte de allí. La vida de cada unidad comienza con un transmed no siempre tranquilo.

Observamos el cuidado puesto en la construcción, sobre todo la calidad del circuito eléctrico y los accesorios instalados, como el frigorífico de doble cajón. También resulta muy atractiva la elección de los materiales, con superficies lacadas e inserciones metálicas.

Precios agresivos
Por último, pero no por ello menos importante, el precio de este catamarán. Muy por debajo de la competencia. De hecho, un Aventura 44 se ofrece a 349.000 euros sin IVA, lo que supone un barco listo para navegar por 450.000 euros. Un precio un 30% inferior al de un Lagoonâeuros¦