Mi momento excepcional fue doblar el Cabo de Hornos durante la Vendée Globe 2016-17. Es un momento increíble, ya que llega después de casi dos meses en el mar solo.
Cuando se parte de Les Sables-d'Olonne y se navega por el Atlántico, una vez que se llega al Cabo de Buena Esperanza, se entra en un túnel en el sur profundo. Sabes que vas a estar solo y lejos de todos, lejos de la ayuda, lejos de todo... Una vez en este túnel, hay que llegar al Cabo de Hornos. Este cabo marca realmente el éxito de la travesía del Sur profundo y la circunnavegación de la Antártida y el regreso al Atlántico. Un lugar que al final conocemos mejor.
Así que esta llegada al Cabo de Hornos, con sus montañas nevadas primero y luego este peñasco, que finalmente es sólo un punto que hay que rodear. Me encontré en un momento de enorme alegría. Ciertamente, la carrera iba a continuar. Todavía tenía un mes en el mar para remontar el Atlántico y volver a Les Sables-d'Olonne. Había vencido al Sur. En cualquier caso, había conseguido cruzar el Sur, vivo y sano, y volver al Atlántico. Es realmente un pasaje increíble, puedes ver esta roca, puedes ver que el mar empieza a calmarse. Se está calmando tanto que una vez que rodeamos el Cabo de Hornos cuando entramos en el Estrecho de Lemaire, no hay viento, ¡ya no avanzamos! Pero eso no es serio, nos pasamos toda esta carrera intentando avanzar lo máximo posible,
pero por el momento no nos importa, estamos contentos de disfrutar el momento. He dejado el Sur, estoy en buena forma. Puedo ver el Cabo de Hornos, un lugar increíble con esta sensación de alegría al pasar esta roca. Es extremo. Es un poco eufórico estar solo en tu barco. No puedes parar de reír, de hacer películas, de hacer fotos. El VHF está sonando, puedes escuchar al tipo al final del receptor, es el guardián del faro en el Cabo de Hornos. Es un español, que tiene que pasar mucho tiempo solo, como se puede imaginar, así que está encantado de llamar a todos los barcos que pasan, especialmente a los competidores de la Vendée Globe. Me encontré charlando con él en inglés/español, lo cual es bastante aproximado, sólo para poder desearle una buena travesía por el Cabo de Hornos. Te cuenta un poco de su vida. No dura mucho, pero es cierto que esta pequeña llamada (de VHF) la recuerdo bien. Es surrealista, solo en el Cabo de Hornos. Estás liberado, te encuentras en un momento de intensa felicidad, eres feliz charlando cinco minutos con alguien.