Desde su llegada a Bretaña, y más particularmente al Golfo de Morbihan, Daniela no se cansa de la belleza salvaje de los paisajes. Anclados frente a la isla de Houat, aprovechan la oportunidad para descubrir la isla, dar paseos, nadar y pescar con arpón. Peces que harán las delicias de sus invitados.
Después de Houat, decidieron continuar su exploración del golfo y descubrir algunas de las 42 islas. Para ello, hicieron su entrada en la tierra y se deleitaron con la riqueza del patrimonio bretón, tanto gastronómico - el famoso paté Henaff y las ostras - como cultural - con los numerosos dólmenes de Ile aux Moines.
Pero estas paradas salvajes también son una oportunidad para recuperar su nuevo foque. Como su spinnaker era demasiado pequeño, le instalaron un bauprés y ordenaron un Código D, que reemplazará su vieja vela.