Cocinar en un barco, sin gas ni electricidad
Quien no se haya encontrado nunca a bordo de un barco con una bombona de gas vacía, sin poder terminar de cocinar la comida de la tripulación, que se presente El tema de la energía es crucial en un barco y cocinar puede consumir rápidamente mucha. Los yates modernos y bien equipados utilizan cada vez más placas de cocina u hornos eléctricos, aunque ello implique el uso de un generador. La mayoría de los navegantes llevan botellas de gas a bordo para alimentar las cocinas y los hornos de gas. Pero su almacenamiento puede convertirse rápidamente en algo engorroso.
El sol proporciona una energía gratuita e inagotable. ¿Por qué no usarlo para cocinar la comida de la tripulación? Con esta idea, el equipo de Nomade des mers probó una serie de modelos de hornos solares. Sea cual sea el método, el principio es concentrar los rayos y la energía del sol para calentar la zona de cocción. El método es eficaz y permite disfrutar de un buen pastel o un plato cocinado sin necesidad de abrir la botella de gas.
Un incendio aislado con espuma de hongo
El primer modelo, el más sencillo y económico de todos, consiste en una caja pintada de negro, cuya parte superior está cerrada por un doble acristalamiento. La caja está aislada por los bordes para mantener el calor. En el caso de Nomade des mers, el aislamiento está hecho de micelio de setas, moldeado con la forma deseada. Un espejo en la tapa superior enfoca los rayos en el cristal. El modelo puede alcanzar una temperatura de cocción de 100°C.
Un horno solar plegable
El segundo modelo, que inspiró al equipo de Nomade des mers en México, el horno solar plegable tiene la ventaja de ocupar poco espacio cuando no se utiliza. Una ventaja notable en un barco. Una serie de paneles reflejan la luz y la concentran en el lugar donde se coloca el plato. Su geometría está optimizada para el lugar de uso en función de la altura del sol. También puede alcanzar los 100°C.
Un horno solar que calienta como una casa
Fabricado a partir de un tubo de calentador de agua solar, requiere un presupuesto algo mayor. También es más frágil. Un tubo de vidrio de doble pared, con una cámara de aire en el interior para aislar, encierra una película negra en el exterior para recuperar el calor y una película brillante en el interior para difundirlo bien. Los espejos que lo rodean enfocan los rayos en el tubo. El plato se inserta en un extremo. La temperatura puede alcanzar los 200°C, suficiente para cocinar todo en el barco, como en casa.
Tecnología fácil de instalar en el barco
La instalación a bordo podría ser aterradora y parecer inutilizable en el mar. Sin embargo, la tripulación de Nomade des mers puede dar fe de su viabilidad, confirma Corentin de Chatelperron: "El horno solar, instalado en el faldón trasero del catamarán, pudo utilizarse sin ningún problema durante la regata transatlántica
