La primera impresión suele ser la correcta. El cuidado que ha puesto el vendedor en la presentación de la embarcación da una idea bastante aproximada de la atención que le ha prestado. Al entrar en el barco, no pase por alto el olor a sentina o a moho, que dice mucho.
¡Cuidado con la cabeza!
Preste atención a la ergonomía. Si te tropiezas o te topas con algo, es una mala señal Probablemente no será la última vez y quizás el barco no se adapte a su morfología o a su forma de moverse. No sea tímido y busque lugares en los que se sienta cómodo, y no olvide sentarse o tumbarse donde considere que es útil.

Un interior actualizado
Una vez hecho esto, puedes mirar el interior con más detalle. Hay que prestar especial atención al funcionamiento de las ventanas y a cualquier signo de fuga. ¿El equipamiento y la carpintería están en buen estado y actualizados? ¿Funcionan los electrodomésticos y los grifos? ¿Se pueden conservar las telas y los cojines? Esto puede parecer trivial, pero es un requisito previo para una inspección más exhaustiva.

Una primera idea técnica
Aunque no seas un especialista, puedes hacerte una idea del aspecto del cableado detrás del cuadro eléctrico, del estado de los bornes de la batería y de la limpieza de las zonas técnicas. ¿Las bombas y los calentadores de agua muestran algún signo de fuga, la instalación parece limpia y fiable? El sistema de calefacción no debe descuidarse y debe probarse como todo lo demás.

Aislamiento y olores de los barcos
La sentina y el compartimento del motor deben estar limpios, sin fugas aparentes y sin olores desagradables. Vigile si hay humo al arrancar. Piensa en lo agradable que es su uso prestando atención a la insonorización y al filtrado de las vibraciones. Observe si hay tirones y vibraciones de la transmisión cuando se acciona el embrague suavemente. Asegúrate de que tienes el equilibrio adecuado entre la marcha adelante y la marcha atrás, y de que los mandos y el timón funcionan sin problemas. Pida ver el historial de mantenimiento.

Inspección del casco
En el exterior, mira la estructura y las reparaciones. Si el barco está seco, compruebe si hay ampollas de ósmosis o corrosión, y el estado de los ánodos. Sacuda el timón y el eje de la hélice para ver si hay alguna holgura anormal. Si la embarcación está a flote, puede ser prudente pedir que la saquen, pero sin exagerar. Sólo pida ver el barco fuera del agua como confirmación y si va en serio a comprar el barco.

Cara a cara con el barco
Si la primera impresión es positiva, pida al vendedor que le deje tranquilo para una segunda visita. Es una oportunidad para proyectarse, para discutir los puntos positivos y negativos, para distinguir entre lo que es razonablemente mejorable y lo que no. Abra todas las escotillas y armarios y tómese el tiempo necesario para ver el barco en su conjunto.

Si está entusiasmado con esta primera visita y ha tomado medidas y fotos, es una buena señal. Sin embargo, hay que comparar esta buena impresión con una opinión técnica independiente de la del vendedor. Si no tienes suficientes conocimientos, ha llegado el momento de contactar con el "amigo que sabe" o con un experto para que confirme o no tu elección en una segunda visita.