Uno puede desear adquirir un barco para navegar por las vías navegables europeas, para pasar unas semanas de vacaciones o para convertirlo en su vivienda principal o secundaria. Todos estos proyectos son igualmente loables, pero la elección del barco no será la misma. Antes de lanzarse a la búsqueda, debe tomarse el tiempo de hacer una introspección para definir su programa y sus deseos (y los del resto de la tripulación). Esto le permitirá hacer todo lo posible para que coincidan sus deseos, sus necesidades y los medios que está dispuesto a utilizar para satisfacerlos.
¿Un barco de viaje?
Si quiere navegar lejos, necesitará una unidad sólida, de acero y suficientemente autosuficiente en energía para simplificar la elección de las escalas. Deben elegirse soluciones técnicas fiables y probadas y equipos lo suficientemente extendidos como para que puedan ser reparados en los lugares más remotos, incluso por un mecánico de pueblo. Debe elegirse una unidad suficientemente motorizada para remontar la corriente de los grandes ríos sin vacilar. Un lanzamiento holandés, por ejemplo, sería una buena opción.
Navegación fluvial
Si quiere pasar unas semanas de vacaciones al año, probablemente querrá un barco lo suficientemente grande como para acomodar a los amigos y a la familia. El énfasis está en el confort, con una gran cocina abierta, muchos camarotes y aseos, y una cubierta exterior con un segundo puesto de gobierno y un bimini para tomar el sol. Con niños pequeños o personas menos ágiles, una cabina delantera permitirá que todos participen en las maniobras sin riesgo. Para ello, una embarcación de poliéster de las flotas de alquiler puede ser adecuada.
Un hábitat flotante
Si el barco se convierte en su hogar, los viajes serán más limitados. Daremos prioridad a la habitabilidad, a la capacidad de acondicionamiento, pero también a la posibilidad de aislar, calentar o instalar los equipos necesarios para la vida moderna: Internet o lavadora, por ejemplo. En este caso, la edad o el estado de la mecánica será un criterio de elección secundario. Salvo en el caso de las estancias nómadas de varios meses durante la temporada de verano, se sabe que los barcos de alojamiento se mueven poco. Un viejo barco mercante de entre 25 y 30 metros es el sueño para vivir a bordo, sabiendo que cuanto más cómodo sea, más difícil será romper las amarras para salir a navegar.
La embarcación correcta para el propósito correcto
Una vez definida la familia de programas, el siguiente paso es examinar las necesidades reales. Cada caso es diferente y lo peor sería deslizarse en un molde que se cree rígido. No es porque quieras poder hacer todo con tu futura adquisición que debes empezar a buscar el barco universal. Todos tenemos nuestras limitaciones técnicas, físicas, familiares o profesionales y sería prudente ser conscientes de ellas, para elegir la embarcación que mejor se adapte a nosotros, lo que garantizará una compra feliz y años de felicidad sin frustraciones en el agua.
Limitaciones locales
Las necesidades también dependen de factores externos como la vía navegable por la que se piensa navegar, la capacidad de los puertos locales, la disponibilidad de astilleros y profesionales para el mantenimiento, así como la propia disponibilidad para disfrutar de la embarcación, la distancia del aparcamiento previsto a su domicilio o su capacidad técnica o física para realizar el mantenimiento usted mismo.
Barcos pequeños, problemas pequeños
Una vez identificados tus deseos y necesidades, tienes que hablar de los medios que estás dispuesto a utilizar para satisfacerlos. Los medios financieros para la compra, por supuesto, pero también para el mantenimiento y los gastos de la embarcación: seguro, amarres, pero también mantenimiento, combustible y la licencia de navegación. A estas alturas, es el momento de plantearse la cuestión del tamaño y, posiblemente, revisar las ambiciones en favor de barcos de tamaño razonable. Embarcaciones que ofrecen un manejo y mantenimiento de tamaño humano, pero también una navegación más frecuente y agradable.
Una vez que haya definido lo que quiere, lo que espera de su futura embarcación, puede empezar a buscar las unidades disponibles en el mercado de segunda mano. La elección es amplia, pero mucho más sencilla ahora que sabes lo que quieres.