Una noche en la playa es muy atractiva. Pero hay que hacerlo bien. Aquí tienes algunos consejos para hacerlo con seguridad.
Se debe comprobar antes de la puesta en tierra de la embarcación
La elección de la zona de varada y el momento de la misma son cruciales. Nuestra zona debe ser idealmente plana, preferiblemente con un fondo arenoso o no demasiado blando, protegido de las olas y el oleaje. Esto último debe evitarse a toda costa, ya que el oleaje podría hacer que la embarcación golpeara el fondo con todo su peso en el momento crítico de la varada o el deslizamiento.

También hay que tener en cuenta la marea y su coeficiente. La amplitud debe ser suficiente para una varada completa. Lo ideal es prever una buena amplitud y encallar hacia la mitad de la marea, para limitar el período crítico de encallamiento y deslizamiento.

Si con la marea alta la profundidad es escasa, es esencial asegurarse de poder reflotar. Este será el caso si el coeficiente aumenta. Si no es así, debe tomar un margen suficiente para que en la siguiente marea alta pueda liberar el barco.

Las operaciones de seguridad serán más fáciles si el agua está clara y la superficie está lo suficientemente tranquila como para ver el fondo y cualquier obstáculo, como una roca aislada.

Por último, la amplitud de la marea suele implicar la corriente. En general, la corriente es nuestra amiga, ya que ayuda a mantener el barco quieto y suaviza la superficie del agua. Pero también puede excavar en la arena o el barro. Hay que prever que puede invertirse entre la toma de tierra y el deslizamiento.
