Pequeños, planos, gigantescos, vizcaínos, blancos o azulados, los icebergs son todos diferentes entre sí. Espléndidos, nos hechizan. Peligrosos, nos fascinan. Para los navegantes, los icebergs son un elemento importante a tener en cuenta cuando se navega por zonas heladas. ¿Quiénes son esos barcos blancos del mar?

La definición de iceberg
Según su definición, un iceberg es un gran bloque de hielo desprendido de un glaciar. Su forma no importa, pero debe estar a más de cinco metros sobre el nivel del mar. El iceberg puede estar flotando o encallado.
Los bloques de hielo de menos de un metro sobre el agua y cinco metros de longitud se denominan growler . La antigua denominación "borgoñón" se utiliza menos que el término inglés.

Las rocas de más de un metro de altura, pero de menos de cinco metros, se denominarán fragmentos de iceberg.
Hasta 15 metros de altura, el iceberg se clasifica como pequeño. Entre 15 y 45 metros, es un iceberg mediano. De 45 a 75 metros, se clasifica como gran iceberg. Por último, por encima de los 75 metros, son icebergs muy grandes.
En 2017, apareció en la Antártida un iceberg gigantesco, uno de los más grandes jamás detectados. Tenía 175 kilómetros de largo y 50 kilómetros de ancho en su parte más ancha. Es el doble de Luxemburgo, por ejemplo.
Sin embargo, no era el más grande. El iceberg B-15, nacido en 2000, fue el más grande, con 11 000 kilómetros cuadrados.

La punta del iceberg
Los icebergs son bellos en gran medida por la extrema diversidad de sus formas. Lo importante es recordar que la parte emergida del iceberg es sólo una parte muy pequeña de la masa total del iceberg. Más del 90% del iceberg está bajo la superficie del agua. Esta proporción depende de la forma del iceberg. Saber estimarlo puede ser un importante factor de seguridad para el navegante, para conocer su estabilidad y el posible riesgo de acercarse a él. He aquí algunos elementos, según la forma y el tipo de iceberg.
Los icebergs tabulares, es decir, con forma de mesa, son planos. La relación media entre su altura y su calado es de uno a cinco.
Los icebergs afilados tienen una relación de uno a dos entre su altura y su calado. Los icebergs erosionados, con pendientes suaves y superficie irregular, tienen una proporción de sólo uno a uno.
Los icebergs en forma de cúpula tienen una proporción de uno a cuatro, mientras que los icebergs en forma de bloque, similares a los tabulares pero más achaparrados, también tienen una proporción de uno a cinco, al igual que los icebergs biselados, que son asimétricos con un lado empinado y el otro suave.
