Harry está convencido de que un motor eléctrico es ideal para una embarcación auxiliar. Como prueba de ello, vende soluciones completas a través de su empresa Tec Nautic, con motor y batería, que resultan más económicas que un motor de combustión interna. Además de la limpieza y el silencio, lo que Harry destaca es la fiabilidad de estos motores. Acaba de tener ocasión de demostrarlo volviendo a arrancar un motor que se había caído y permanecido en el agua ¡durante 6 meses!
Cuando un amigo de Harry le cuenta que ha pescado en el fondo de un puerto de Tolón un Minn Kota de 40 libras que llevaba 6 meses en el agua, Harry se ofrece para intentar ponerlo de nuevo en marcha. El motor lo perdió un navegante que lo dejó escapar por la borda. Llevaba medio año a 4 m de profundidad. Un submarinista, amigo de Harry, acaba de sacarlo del agua y ni siquiera ha pensado en enjuagarlo con agua dulce.
Conchas y barro

La lancha no es un espectáculo agradable. Está cubierta de conchas y la hélice parece estar atascada. Harry empieza a rascarla y desbloquea la hélice atascada en las concreciones. Los 6 meses en agua salada han invadido el motor de barro. El variador, el acelerador, también está bloqueado por el cieno, pero un chorro de agua lo desbloquea.
Un enchufe para la conexión y ¡listo!

Armado con agua dulce, WD40 y un poco de grasa, Harry limpia lo que puede. Cambia el conector para enchufar la batería, ya que éste desaparece entre el óxido. Finalmente, sin limpiarlo a fondo, lo vuelve a conectar a la batería y... el motor funciona perfectamente.
Una solución impermeable

Sin duda, la escasa profundidad de sólo 4 m ayudó a mantener estanco el bloque motor. En efecto, en este tipo de motor, la parte de motorización se encuentra en la base, por lo que es totalmente estanca, ya que siempre está sumergida en el agua. El "cabezal de potencia" no lleva nada, ya que estos modelos pequeños y poco potentes carecen de electrónica. Esto probablemente ayudó al reinicio.
Óxido en los accesorios

Sólo los tornillos de presión, que obviamente no son de acero inoxidable, ya que se trata de un motor diseñado originalmente para agua dulce, se han gripado. Por lo demás, el eje de material compuesto y el motor estanco no suponen ningún problema.
La fiabilidad de los eléctricos

Este sorprendente rearranque demuestra la ventaja del motor eléctrico sobre el de combustión interna. ¡No cabe duda de que volver a arrancar un fueraborda de combustión después de 6 meses en el agua habría planteado algunas dificultades adicionales!