El primer Kiss terminó en el Liceo Pierre Guégin de Concarneau
Lanzado en 2022, el proyecto Kiss (Keep It Smart and Simple), apoyado por Les Glénans, combina el diseño de un barco minimalista con su fabricación en centros de enseñanza secundaria para promover la vela y la construcción naval. Tras el desarrollo del prototipo de biocomposite en los talleres de la famosa escuela de vela, pudimos probar este pequeño trimarán-piragüa, tan cómodo a vela como remando un bribón de los años 2020, según el programa elaborado entre Les Glénans y el arquitecto Hervé Penfornis.

Poco después, la segunda fase del proyecto se puso en marcha en las escuelas con el apoyo financiero del gobierno francés, el fondo de dotación Glénans Avenir y varios patrocinadores privados y públicos, con 10 escuelas secundarias elegidas en Francia continental y en el extranjero. Con su sección de carpintería naval, el Liceo Pierre Guéguin de Concarneau, vecino de Les Glénans, sirvió de conejillo de indias para una versión adaptada, utilizando en su lugar madera contrachapada y epoxi. Tras 2 años de trabajo pedagógico, llegó el momento de enorgullecerse con la presentación del barco el 10 de abril de 2024.


Acabar por encima de las expectativas
Aunque emplearon muchas horas en el barco, los estudiantes de carpintería naval pueden estar orgullosos de su trabajo, con un trimarán que tiene muy buen aspecto. Las felicitaciones de François Gabart, cuya empresa MerConcept infundió los flotadores, están ahí para confirmarlo. Mirando hacia atrás, pueden ver el trabajo realizado por las dos clases del CAP: "Al principio, no nos dimos cuenta del reto que supondría, sobre todo con los dos medios cascos que hicimos el primer año. Pensábamos que tendríamos tiempo, pero al final, las últimas semanas, estuvimos trabajando noches y fines de semana. Nos apetece aún más trabajar con madera auténtica, pero nos da la oportunidad de aprender sobre infusión al vacío, epoxi... Al menos sabemos lo que hacemos. Y luego pudimos hacer cosas como añadir chapas. Nuestro profesor nos decía: si tenéis alguna idea, adelante. Era un buen equilibrio entre aprender y divertirse"



Anticipar el barco del futuro y animar a la gente a salir al agua
Pascal Barbotte, profesor encargado de la sección de carpintería naval, también sonríe, pues considera que el proyecto es una buena oportunidad para sus alumnos: "Dieron lo mejor de sí mismos. Es bonito llegar al final del proyecto y construir un barco desde cero, porque normalmente hacen reparaciones. Es una experiencia real que les abre la mente. ¿Qué pasaría si el barco del mañana fuera de madera, con método tradicional o no? Es un intercambio enriquecedor con los estudiantes y el arquitecto"

Guillaume Voizard, de Les Glénans, resumió la filosofía del proyecto: "El barco es magnífico. Es estupendo ver lo contentos que están los jóvenes de haberlo hecho. Nunca está de más contar grandes historias y divertirse"
Para todos ellos, una sola frase puso fin a la discusión: "¡Qué ganas de navegar!"