Pamela Lee es una de las regatistas que participan en la fase final de selección del proyecto UpWind by MerConcept, cuyo objetivo es crear una tripulación exclusivamente femenina en el Ocean Fifty UpWind patroneado por Francesca Clapcich. Responde a nuestras preguntas sobre el proyecto y su participación.
¿Cómo llegó a participar en la selección del proyecto UpWind?
Empecé a navegar en vela ligera en un lago de Irlanda, luego descubrí el mar abierto cuando llegué a Australia, alrededor de Sidney Hobart. Hice los pantalanes para subir a bordo y así aprendí. Me enamoré de ello. Lo hacía como aficionado de alto nivel. Cuando quise dedicarme a ello a tiempo completo, decidí hacer el examen de Yachtmaster e irme a Palma, que me pareció la mejor solución. Durante 4 años, hice las temporadas, entregas y regatas, entre el Mediterráneo y las Antillas, en diferentes barcos en IRC, TP52 y clásico. Eso me dio mucha experiencia y millas en alta mar, pero siempre he querido ir más alto y tener más competición, más táctica, más del Sur Profundo. Con el plan de competir con el Figaro en alta mar en los Juegos Olímpicos, decidí entrenarme en Francia, en el Team Vendée de Saint-Gilles Croix de Vie. Aunque al final no habrá regatas oceánicas en los Juegos Olímpicos, me he quedado y vivo en Lorient desde hace 3 años.
¿Cómo encaja la vela multicasco en su programa?
A partir de ahora, me concentraré en la clase 40. La clase es internacional, lo que facilita encontrar patrocinadores fuera de Francia. Estuve en la Transat Jacques Vabre con Tiphaine Ragueneau. Aunque la clase 40 es más sencilla y los presupuestos son más bajos, sueño con un multicasco de alta mar. Al mismo tiempo, ya he tenido la oportunidad de vivir la experiencia Ocean Fifty navegando con el Proyecto Magenta en Lleyton, en Koesio, para ayudar al equipo técnico de Primonial y hacer la entrega de vuelta de P'tits Doudous, que se está convirtiendo en el trimarán UpWind by MerConcept. También participo en el proyecto Famous del MOD 70. El objetivo es ser lo más variada posible con las demás mujeres, muchas de las cuales son olímpicas, y desarrollar otras cualidades.
¿Qué opina del formato 100% femenino?
Creo realmente que todos los deportes pueden ser un verdadero vector de comunicación y pueden servir para activar cosas útiles en la sociedad, como las causas medioambientales o el lugar de la mujer, creando modelos, nuevos ejemplos y borrando estereotipos. En el Reino Unido se han realizado numerosos estudios que demuestran que los directivos de empresa practican generalmente deporte y que ello les ayuda a controlar sus emociones y a adquirir dotes de liderazgo. Un proyecto como éste es constructivo y ofrece a las mujeres nuevas oportunidades más allá del deporte.
Para mi récord Figaro alrededor de Irlanda, éramos 2 mujeres. La idea era inspirar a las mujeres y a los irlandeses para que navegaran más en alta mar. En Class40 también, la idea es dar oportunidades a otras mujeres. La capitana británica de mi barco tuvo su primera experiencia en Francia.
En última instancia, se trata también de crear entre las mujeres una red que ya existe entre los hombres. No se trata de separar, pero al haber más hombres se crea un efecto de red. Una red de mujeres crea oportunidades de desarrollo, incluso más allá de UpWind by MerConcept.
Para concluir, ¿quiénes son sus modelos a seguir para las mujeres navegantes?
Son demasiadas La vela es extraordinaria, hay pocos deportes en los que puedas navegar con y contra tus heroínas... En los últimos años, he tenido la oportunidad de navegar con algunas de ellas. Entre ellas, Francesca Clapcich, por supuesto, pero también Elodie y Justine Mettraux, Dee Caffari, Alexia Barrier, Sam Davies y Karine Fauconnier.
