Al modernizar la serie Dauntless con la 250, Boston Whaler también ha reafirmado su posición como referencia en cascos abiertos. La competencia se estrecha cada año, empezando por EdgeWater y su 245 CC, Pursuit y su S 248 Sport, y Scout, que sigue subiendo de categoría y, con su 251 XSS, ofrece una buena alternativa al rey de la categoría. Hay muchas otras marcas entre las que elegir, cada una con sus propias ventajas e inconvenientes.

Más que nunca el líder de la categoría
Lo que marca la diferencia y mantiene a Boston en lo más alto de la clase es, ante todo, su proceso de fabricación altamente serio, basado en patentes y métodos que sólo utiliza el astillero de Edgewater. Boston Whaler también apuesta fuerte por la innovación, proponiendo regularmente ideas y soluciones únicas desarrolladas en el Centro Tecnológico.

En los últimos años, la marca se ha posicionado cada vez más en la gama alta del mercado, lo que le ha permitido añadir accesorios que no se encuentran en los modelos básicos o de gama media.

Por último, la fuerza de Boston Whaler reside también en su pertenencia al grupo Brunswick y en su red de concesionarios. Una red que le permite estar tranquilo sabiendo que, en caso de avería, encontrará a alguien cerca.
Todo ello justifica en parte un precio medio de 175.000 dólares, aproximadamente un 20% más caro que la mayoría de los competidores.