El MC60 es, por tanto, un catamarán único en muchos aspectos. Diseñado por Ker Yacht Design, tiene un perfil que, desde el primer vistazo, no deja indiferente a nadie. Casi 60' (18,30 m
m) de eslora, 28'1'' (8,58 m) de manga y un mástil interminable, el tono está marcado. Las largas ventanas del casco ya sugieren una buena habitabilidad, mientras que la estructura de la caseta hundida hacia proa confiere un carácter deportivo a la embarcación. Esta sensación se ve acentuada por el flybridge situado completamente a popa -una auténtica bañera elevada- que parece heredado directamente de un barco de regatas. En la parte delantera, la proa invertida y las tres velas enrollables confirman que estamos a bordo de un catamarán en el que el rendimiento no es una consideración secundaria.
El flybridge trasero confiere al McConaghy MC 60 un aspecto deportivo
El MC60 tiene una distribución de cubierta muy singular. Comienza en la bañera, un espacio habitualmente ocupado por uno o varios asientos corridos y una mesa; aquí, encontramos una escalera bastante engorrosa que conduce al flybridge. Una elección arquitectónica un tanto sorprendente, pero que demuestra una vez más que el catamarán está diseñado para navegar millas con una tripulación reducida, y no para cumplir con los requisitos del chárter. Además, una vez fondeado, basta con poner el auxiliar en el agua y se encontrará con una plataforma adicional que crea un espacio hermoso y totalmente abierto. Los amplios faldones también facilitan el acceso para nadar o embarcar. Por último, desde allí, es fácil llegar a la proa gracias a los pasarelas sorprendentemente anchas para la categoría.

Para mantener el peso bajo, el McConaghy no ofrece una gran cubierta dura en la proa. Además, carece de bao delantero y tiene un trampolín tradicional. Una característica que permite acceder fácilmente al bauprés si es necesario, pero con tres velas en enrolladores, esto normalmente sólo será necesario para comprobar el ancla o para amarrar el multicasco. A proa, la caseta permite un fácil acceso al mástil desde la cubierta de proa. Una circulación bien pensada que también se aplica a las escotas, ya que todo vuelve a la bañera elevada.
Un plano de cubierta realmente único
Como una auténtica torre de control, este flybridge es accesible desde la escalera de carbono de la bañera principal. Abarca toda la anchura de la timonera y dispone de un largo banco arqueado para seis u ocho personas, mientras que en cada extremo hay un puesto de mando con timón de carbono, piano, dos winches de buen tamaño y suficientes bolsas de cabos para despejar el suelo. Toda la zona está rematada por un techo rígido y puede cerrarse con una lona transparente flexible. Ofreciendo una vista de 360°, este lugar es perfecto para gobernar el multicasco. Dos pequeñas observaciones sin embargo: no se proporciona ninguna mesa o tabla para poner bebida, comida u objetos personales. En cuanto a la circulación entre el puesto de gobierno y la caseta, es un poco acrobática.

Frente a este puesto de gobierno doble, la jarcia de carbono apunta orgullosa a más de 30 m de altura. En cuanto a la botavara, es tan gigantesca que uno puede literalmente tumbarse sobre ella. La jarcia firme también es de carbono, mientras que el cursor de la escota de mayor está asistido eléctricamente, una verdadera ventaja cuando hay que virar. Esta configuración permite navegar con una tripulación reducida, como hacen a menudo el propietario y su esposa.