¿Cómo nació? / El despertar del surf moderno: de Waikiki a las playas del mundo

A principios del siglo XX, el surf renació en Waikiki, impulsado por figuras emblemáticas e innovaciones técnicas. En esta segunda parte, analizamos cómo este nuevo impulso transformó un deporte milenario en una pasión internacional, dando forma a la cultura del surf tal y como la conocemos hoy.

Como descubrimos en la primera parte, tras siglos de eclipse debido a los trastornos provocados por los europeos, el surf renació gradualmente en Hawai a principios del siglo XX. Gracias a pioneros locales e internacionales, cobró nueva vida, sobre todo en Waikiki, donde se convirtió en el símbolo de un estilo de vida relajado. En esta segunda parte de nuestra breve historia del surf, exploramos el resurgimiento del surf, la influencia decisiva de figuras emblemáticas como Duke Kahanamoku y las innovaciones que han transformado este deporte en una cultura verdaderamente global.

Los Beach Boys y la revolución del surf

En Waikiki, los "beach boys" se han convertido en figuras emblemáticas para los turistas. Estos versátiles guías ofrecen una gran variedad de servicios, desde clases de surf hasta salvamento, y encarnan el estilo de vida relajado asociado al surf. Su influencia ayudó a establecer el surf como una actividad de ocio popular, con acuerdos informales a menudo basados en la amistad y la convivencia.

Duke Kahanamoku, el famoso playero de Waikiki, desempeñó un papel crucial en la popularización del surf.

En 1920 conoció a Tom Blake, un joven entusiasta del deporte que se vería muy influido por él. Una vez en Hawai, Blake introdujo importantes innovaciones, como la tabla hueca y la orza, que facilitaron la práctica del surf. De vuelta a California, Blake revolucionó el deporte con su tabla hueca y San Onofre se convirtió en el lugar favorito de los surfistas californianos, que desarrollaron una cultura del surf exclusiva y sofisticada.

La revolución de los materiales

Tras la Segunda Guerra Mundial, el surf experimentó una transformación radical gracias al ingenio de Bob Simmons, un visionario que revolucionó el diseño de tablas. Combinó sus conocimientos de hidrodinámica con el uso de materiales modernos como la fibra de vidrio, el contrachapado y la espuma. Esta combinación, conocida como la "técnica sándwich", dio como resultado tablas de mayor rendimiento. En 1952, otro pionero californiano, Dale Velzy, abrió un taller de shaping con Hap Jacobs. El modelo estrella de Velzy, apodado "Pig Board", fue un gran éxito y marcó el nacimiento del estilo de surf "hot dog", en el que la maniobrabilidad pasó a ser primordial, permitiendo a los surfistas enfrentarse a todo tipo de olas.

Se inició una auténtica carrera por la innovación, para crear tablas cada vez más ligeras y fáciles de manejar. Hobie Alter, otro surfista y empresario, introdujo el uso del poliuretano, un material desarrollado con la ayuda del químico Gordon Clark, que permitía fabricar bloques de espuma listos para moldear. El poliuretano se impuso rápidamente como material ideal, haciendo más asequibles las tablas y democratizando el surf, sobre todo en California.

La innovación de los trajes de neopreno

Otro gran avance de la posguerra fue la aparición de los trajes de neopreno. Aunque Jack O'Neill no fue el inventor de esta tecnología, destacó por su capacidad para innovar y comercializar el producto. Lanzó una impactante campaña publicitaria con el eslogan "It's always summer inside" (Siempre es verano por dentro), destacando la eficacia de los trajes de neopreno para mantener el calor en aguas más frías. En 1970, O'Neill introdujo el traje de neopreno de cuerpo entero, que cubría todo el cuerpo excepto la cabeza, las manos y los pies, haciendo accesible el surf durante todo el año, incluso en condiciones más frías.

La revolución del shortboard y los nuevos materiales

A partir de finales de la década de 1960, otra innovación sacudió el mundo del surf: la aparición de tablas más cortas.

Estas tablas facilitaban a los surfistas entrar en el tubo de la ola y realizar maniobras más radicales. Poco a poco, se fueron añadiendo orzas adicionales a las tablas, aumentando el número de dos a cuatro, para ofrecer mayor estabilidad y control.

En la actualidad, la industria del surf está experimentando un nuevo auge de la creatividad, con un fuerte retorno de las tablas de madera y la aparición de tablas fabricadas con materiales reciclados, lo que refleja una creciente conciencia medioambiental en el surf moderno.

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