En el ojo del remolino: entender los torbellinos para navegar con seguridad

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Los maelstroms, potentes remolinos marinos, son fenómenos naturales que fascinan tanto como asustan. Entre la ciencia y la práctica, echemos un vistazo a los mecanismos que los generan, sus peligros para la navegación y las estrategias para evitar riesgos en el mar.

Los maelstroms, a menudo exagerados por las leyendas, encarnan las fuerzas brutas del océano. Aunque su existencia se basa en mecanismos bien comprendidos por la ciencia, su impacto sigue siendo motivo de preocupación para los navegantes, ya sean regatistas o profesionales. Comprender estos fenómenos y saber cómo prepararse para ellos es esencial para navegar con seguridad.

El fenómeno de la vorágine: una danza de fuerzas oceánicas

El término vorágine derivado del neerlandés "malen" (giro) y "stroom (corriente), evoca imágenes de remolinos devastadores alimentadas por cuentos populares y leyendas marinas. Sin embargo, estos vórtices son manifestaciones físicas complejas formadas por la combinación de varios factores geofísicos:

  1. Corrientes de marea
    Los maelstroms suelen aparecer en estrechos o pasos donde grandes masas de agua tienen que desplazarse entre dos cuencas durante las subidas y bajadas de las mareas.
  2. Batimetría
    La topografía submarina desempeña un papel fundamental. Elementos como arrecifes, picos submarinos o abismos crean variaciones repentinas de presión y velocidad en las corrientes. Estas estructuras también pueden hacer que el agua suba violentamente a la superficie.
  3. Viento y marea combinados
    Los torbellinos pueden amplificarse cuando los vientos se suman a las mareas, aumentando la velocidad y la intensidad de los remolinos. Estas condiciones generan olas irregulares, lo que las hace aún más peligrosas.
  4. Interacciones entre corrientes opuestas
    En algunos casos, los remolinos se forman en mar abierto, donde chocan corrientes oceánicas que fluyen en direcciones opuestas.

En el hemisferio norte, los remolinos tienden a girar en sentido contrario a las agujas del reloj, como consecuencia de la fuerza de Coriolis.

¿Cómo puede planificar con antelación y navegar con seguridad?

Navegar en estas aguas exige una preparación rigurosa. Las cartas, las previsiones meteorológicas y los calendarios de mareas deben estudiarse con detalle de antemano. El conocimiento de los periodos de marea muerta, cuando las corrientes son menos intensas, es importante para minimizar los riesgos, ya que las subidas y bajadas de las mareas amplifican su intensidad, haciendo intransitables ciertos pasos con marea alta.

Por tanto, una mala estimación de las condiciones puede desorientar e incluso atrapar a las embarcaciones pequeñas, que corren el riesgo de volcar o ser arrojadas a los arrecifes vecinos. Las embarcaciones más grandes, aunque menos vulnerables a la succión directa, están sometidas a fuerzas que dificultan las maniobras, sobre todo en condiciones de escasa visibilidad.

Para hacer frente a estas situaciones, es vital contar con equipos especializados. El uso de GPS y trazadores electrónicos permite sortear zonas especialmente arriesgadas gracias a una cartografía precisa en tiempo real de las corrientes y los obstáculos. Además, es esencial disponer de motores suficientemente potentes para contrarrestar las fuertes corrientes que pueden frenar o dirigir una embarcación de forma imprevisible.

Maelström de Moskstraumen
Vorágine del Moskstraumen

Barrido hasta -262 m y arrastrado hasta el fondo...

Si un miembro de la tripulación cae en una vorágine, la prioridad es mantener el contacto visual. Otra prioridad es asegurarse de que pueden agarrarse a un objeto flotante conectado a la embarcación para evitar ser arrastrados por las potentes corrientes. El uso de una línea de seguridad es esencial cuando se atraviesan estas zonas peligrosas.

Un experimento realizado por la empresa escocesa Northlight Productions puso de relieve la fuerza brutal de este fenómeno natural y visualizó sus efectos sobre un objeto flotante. Un maniquí, equipado con chaleco salvavidas y sonda, fue arrojado a los remolinos del famoso Corryvreckan, situado entre las islas escocesas de Jura y Scarba, uno de los remolinos más potentes del mundo. Tras ser succionado por el vórtice, el maniquí fue encontrado varios kilómetros río abajo. La sonda registró una profundidad de 262 metros y las marcas visibles en el maniquí revelaron que había sido arrastrado por el fondo marino durante un largo trecho.

Maelström de Corryvreckan
Vorágine de Corryvreckan

Fenómenos no tan misteriosos

Históricamente, estos fenómenos náuticos se percibían como temibles misterios que alimentaban historias dramáticas como Un descenso a la vorágine de Edgar Allan Poe, hoy, gracias a los avances en la modelización hidrodinámica y a los estudios científicos en profundidad, estos fenómenos se comprenden mejor y asustan menos.

Los investigadores pueden ahora predecir su aparición con precisión, lo que permite acercarse con mayor seguridad. Algunas agencias locales ofrecen incluso excursiones supervisadas en embarcaciones especialmente diseñadas para observar estos remolinos.

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