23 de febrero: ¡Últimos kilómetros, última batalla!
Tras una interminable espera con vientos inexistentes, los tres últimos patrones que siguen en regata en la Vendée Globe âeuros Manu Cousin (Coup de Pouce), Fabrice Amedeo (Nexans âeuros Wewise) y Denis Van Weynbergh (D'Ieteren Group) âeuros encuentran por fin algo de viento y sensaciones olvidadas. A sólo seis días de la llegada, están cerca de la liberación, pero la prudencia sigue estando a la orden del día.
Atrapados en calmas interminables, los marineros pasaron por un intenso calvario mental. Pero con la vuelta del viento, vuelven a deslizarse y el horizonte está cada vez más cerca. "Es bueno mentalmente volver a tener viento y estar por fin de camino a casa", confiesa Denis Van Weynbergh. Manu Cousin comparte esta euforia: "Ver que el GPS indica 15, 16 nudos después de estos días de penurias, es casi irreal"
Puede que la moral haya subido, pero el agotamiento no ha desaparecido. Tras 104 días en el mar, los cuerpos están marcados y los espíritus a prueba. Fabrice Amedeo relata sus últimos y agotadores días: "Tuve que cruzar una dorsal de alta presión antes de que me alcanzara el anticiclón. Una noche entera parado es interminable"
En estos últimos días de carrera, los placeres sencillos adquieren una importancia desmesurada: un cuadrado de chocolate, una llamada diaria a su pareja... Pero lo que más se echa de menos es el contacto humano. "Estar solo tanto tiempo pasa factura", admite Denis Van Weynbergh.
Las últimas millas son las más críticas. Con un tiempo incierto y un intenso tráfico marítimo, hay que calcular cada maniobra. Todos esperan llegar entre el 26 de febrero y el 2 de marzo, pero nada es seguro. Una cosa es cierta: tierra está cerca, y con ella el final de una aventura extrema.
25 de febrero : Empujón final
Los 3 últimos patrones de la Vendée Globe entran en sus últimos días en el mar. Manuel Cousin (Coup de Pouce, 31º) llegará el viernes, Fabrice Amedeo (Nexans - Wewise, 32º) al final del fin de semana y Denis Van Weynbergh (D'Ieteren Group, 33º) a principios de la semana que viene. Pero antes de que aterricen, todavía quedan algunos obstáculos por superar.
Manuel Cousin se dirige a Les Sables d'Olonne con viento constante, sin dejar de estar muy atento a su barco y al denso tráfico marítimo del golfo de Vizcaya. "Lo más difícil ya ha pasado, pero hay que mantener la prudencia", confiesa. Previsiblemente el jueves o el viernes, el patrón de Mano amiga tiene una misión hasta el final.
Todavía ralentizado por las altas presiones, Fabrice Amedeo tiene que enfrentarse ahora a una zona de bajas presiones y luego remontar el viento hacia la meta. "Desde Canarias, ha sido muy lento, pero sé que he hecho lo más difícil", relativiza. A pesar de estas complejas condiciones, mantiene el ánimo alto y disfruta de cada momento en el mar.
Afectado por la rotura del rizo de su vela mayor, Denis Van Weynbergh ha tenido que realizar varias maniobras para seguir avanzando. Ahora navega con dos rizos, lo que ralentiza su avance hacia la llegada, prevista para el martes o el miércoles. "Espero que aguante, cruzamos los dedos", dice el patrón belga, decidido a completar su circunnavegación a pesar de todo.
Los tres ven por fin tierra acercándose, pero aún les quedan unos últimos esfuerzos antes de completar esta extraordinaria aventura.

27 de febrero: Les malheurs de Denis
Mientras que se espera que Manuel Cousin (Coup de Pouce, 31º) cruce la línea el viernes por la tarde y Fabrice Amedeo (Nexans Wewise, 32º) lo haga a principios de la semana que viene, la situación sigue siendo incierta para Denis Van Weynbergh (D'Ieteren Group, 33º). Se enfrenta a una situación crítica. Tras un primer intento de reparación en el tope del mástil, la driza de su mayor ha vuelto a fallar. Su llegada se ha pospuesto hasta después del cierre oficial de la línea, previsto para el viernes 7 de marzo a las 08:00 horas. "Estoy en J3 y avanzo así", confía el patrón, que permanece a salvo a bordo. Su llegada podría producirse el fin de semana del 9 o 10 de marzo, o incluso más tarde.
A 700 millas de la meta, Manuel Cousin avanza metódicamente hacia Les Sables d'Olonne. Después de buscar un role de viento del norte, vuelve a bajar con una brisa moderada y debería cruzar la línea el viernes por la tarde. Sin embargo, dependiendo de las mareas, puede que tenga que esperar hasta el sábado para volver a entrar en el canal.
Fabrice Amedeo, por su parte, lucha contra una fuerte baja frente a Portugal. Enfrentado a vientos de 30 a 40 nudos, tiene que elegir entre rodear por dentro o por fuera la DST en cabo Finisterre. Su llegada, inicialmente prevista para el lunes, podría retrasarse al martes.
Tras más de 108 días en el mar, Manuel Cousin y Fabrice Amedeo comparten su impaciencia por reunirse con sus seres queridos. "Echo mucho de menos el contacto humano", confiesa Manuel, mientras Fabrice sueña con una noche sin estrés meteorológico y una verdadera ducha caliente. Este interludio llega a su fin, con la esperada transición entre la intensidad de la carrera y la suavidad de tierra firme.