Navegar de forma autónoma no sólo significa saber gobernar o fondear: también significa aprender a gestionar tus recursos, día tras día. La energía eléctrica a bordo determina muchas cosas: la seguridad (VHF, AIS, piloto automático), el confort (refrigeración, iluminación, carga de ordenadores o teléfonos) e incluso el agua dulce si tienes potabilizadora.
En tierra, enchufas un alargador. En el mar, cuentas los amperios.
La elección de tipo de batería es por lo tanto ni técnica ni anecdótica . Es una decisión estratégica que afectará a su tranquilidad durante los próximos meses. ¿Debería pasarse al litio o seguir con el plomo? Esta guía te ayudará a decidirte.
Por qué es esencial este tema
Porque el frigorífico no funciona con velas, ni tampoco el ordenador remoto del colegio.
La autonomía energética de un velero es cualquier cosa menos un lujo. Tanto si vives fondeado como si alternas la navegación con las escalas o planeas una travesía transatlántica, la energía a bordo será un factor clave en tu proyecto.
Y elegir el parque de baterías suele ser lo más importante en el centro de esta ecuación capacidad, recarga, consumo de combustible, peso, seguridad, vida útil... y presupuesto.
Comprender las principales diferencias
Peso âeuros Capacidad âeuros Vida útil âeuros Profundidad de descarga