Pesca artesanal descarbonizada: el Skravik zarpa hacia un nuevo modelo

© Skravik

Al timón del primer catamarán de vela homologado para la pesca profesional en Francia, Tangi Le Bot y su equipo experimentan con un ambicioso modelo económico y ecológico. El Skravik, reciclado, certificado y operativo, lanza sus primeras salidas desde el puerto de Tinduff.

Es un punto de inflexión silencioso pero decisivo para el futuro de la pesca artesanal. El Skravik, un catamarán de vela reciclado, acaba de iniciar sus primeras campañas de pesca costera en el puerto de Brest. Homologado oficialmente en otoño de 2024 como primer buque de pesca profesional de Francia, representa una ruptura con la dependencia de los motores de combustión interna, confiando en la propulsión eólica para reducir costes e impacto ambiental y promover una pesca de alta calidad.

Certificación pionera, fruto de tres años de trabajo normativo

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Inicialmente un velero de recreo, el Skravik ha sido reformado para responder a las exigencias de la pesca, en un contexto reglamentario concebido únicamente para los barcos a motor. Para obtener la homologación, tuvimos que trabajar en estrecha colaboración con Asuntos Marítimos y el Comité de Pesca de Finisterre, para adaptar la normativa a las características técnicas específicas de este yate.

Este planteamiento ha demostrado que la pesca a vela puede ser compatible con los requisitos de salud, seguridad y trazabilidad, allanando potencialmente el camino para otros proyectos similares.

Ahorro de energía y cadenas de suministro cortas

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Al timón, Tangi Le Bot, biólogo marino de formación, no es ajeno a la navegación científica. Con su compañero de tripulación, Fram, han empezado a comercializar su pesca de caballa a euros, directamente en los muelles del pequeño puerto de Le Tinduff. El planteamiento económico es sobrio: añadir valor al pescado, volúmenes controlados, un vínculo directo con los consumidores, sin depender del precio del carburante.

El objetivo es garantizar la rentabilidad de la marea (unos 400 a 500 euros/día) preservando el recurso y manteniendo un ritmo compatible con la transición ecológica.

Una cooperativa para difundir el modelo

El proyecto está dirigido por una cooperativa de interés colectivo (SCIC) que agrupa a 115 cooperadores. La gobernanza compartida reúne a agentes privados, ciudadanos y organismos públicos para trabajar por un único objetivo: la aparición de una flota de pesca a vela sostenible en el litoral francés.

Un segundo barco, más grande, el Morskoul, está a punto de embarcarse en misiones científicas en colaboración con la Universidad de La Rochelle. Estas misiones demuestran la voluntad del colectivo de combinar actividad económica, investigación medioambiental y formación.

Una transición modesta pero estructurante

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El Skravik no pretende sustituir a todas las redes de arrastre térmico o de enmalle. Pero sí demuestra que otra forma de pesca artesanal es técnica y económicamente viable. Y lo hace sin depender del petróleo, al basarse en embarcaciones reacondicionadas, un modelo cooperativo y canales de distribución cortos.

Este proyecto abre nuevas perspectivas a los jóvenes profesionales del sector marítimo que buscan sentido y viabilidad. Es una vía que deberían seguir de cerca los responsables de las políticas públicas que deseen apoyar la transición energética en el sector pesquero.

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