No era su primera regata transatlántica, pero sí la primera en este barco. A bordo del trimarán Ocean Fifty Lazare x Hellio tanguy Le Turquais y Erwan Le Draoulec forman una tripulación sin precedentes. Con la experiencia de un finisher de la Vendée Globe y la frescura de un ganador de la Mini Transat, el dúo parece dispuesto a devorar las millas de la Transat Café de l'Or 2025.
Una entrevista que parece una premonición

Esta entrevista se grabó en la cabina de su trimarán, en los pantalanes de Le Havre, unas horas antes de la salida. Tanguy y Erwan responden a una serie de preguntas cortas y humorísticas. Hablan de los rituales de la regata, del mareo y del cansancio, pero también de la importancia de "soportar los elementos" y de aceptar los imponderables del mar. Menos de veinticuatro horas después, su Ocean Fifty volcó tras colisionar con un OVNI frente a la península de Cotentin. Los dos patrones salieron ilesos, pero la violencia del suceso dejó huella. En retrospectiva, las palabras intercambiadas en el vídeo adquieren una resonancia inesperada.
Confidencias verdaderas, entre la risa y la verdad

¿Amuletos de la suerte a bordo? "Tanguy es mi amuleto de la suerte", erwan responde. Esta especie de guiño, un poco cándido, un poco lúcido, recorre toda la entrevista. Descubrimos a dos marineros que no temen ser sinceros, incluso cuando se trata de relatar un edredón ensuciado por el vómito en alta mar o un desafortunado encallamiento en una isla del Canal de la Mancha en un Figaro. También son dos marineros que saben que el mar, un día u otro, pone todos los contadores a cero.
El mar no perdona a nadie, pero nos une
Este vuelco no es un epílogo, sino un recordatorio. Un recordatorio de que las regatas oceánicas no son sólo flotas polares y archivos GRIB, sino también la capacidad de enfrentarse a lo inesperado. En esta entrevista grabada justo antes de la salida, las palabras son ligeras, pero nunca superficiales. Las carcajadas no ocultan la aguda conciencia que tienen estos dos navegantes de los riesgos que corren y de las razones profundas por las que navegan.

Un vídeo para volver a ver
Lo que era una cápsula ligera antes de partir se convierte, después, en un momento de suspensión. Una conversación en el muelle, con el barco todavía en posición vertical, la tripulación relajada y con la lucidez de los marineros experimentados. Un vídeo para volver a ver, no para estar atento a las señales de alarma, sino para recordar que en el mar, a menudo se habla mejor de lo que puede ocurrir... justo antes de que ocurra.

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