El descenso de Gibraltar a las Islas Canarias no fue nada tranquilo para Hugo en su Écume de Mer Ann Alé. En efecto, cuando se dirigía inicialmente a Madeira, una violenta depresión le obligó a seguir hacia las Canarias o a alargar su rumbo. Por lo tanto, 8 días más tarde consiguió tocar tierra.
Durante este viaje, se encontró con mares muy fuertes y vientos de más de 35 nudos. Estas condiciones sacudieron al marinero y dañaron su equipo. Dos olas furtivas subieron a bordo, llenando la cabina con más de 100 litros de agua y arrancando el capó a su paso. Unas condiciones difíciles que demuestran -si es que se necesitara una prueba- que el "Écume de Mer" es un barco realmente bueno y perfectamente adaptado a estas navegaciones de altura.
