Durante 2018, nos enteramos del cambio de propiedad de la Volvo Ocean Race. Ahora se llama The Ocean Race, es propiedad de Atlant Ocean Racing Spain, dirigida por Richard Brisius, Johan Salén y Jan Litborn, y se disputará con dos clases de barcos.
La próxima edición de The Ocean Race (Whitbread Round the World Race de 1973 a 1997 y luego Volvo Ocean Race de 2001 a 2018) tendrá lugar durante 2021-2022. Para abrir la regata al mundo ultratecnológico de las regatas oceánicas francesas, los nuevos organizadores han decidido convertir la clase IMOCA en la nueva clase de la Ocean Race. Esto significa que ahora habrá dos tipos de barcos en la línea de salida, los VO65 por un lado y los IMOCA por otro.
Sin embargo, hace dos años, el futuro de los barcos de 65 pies no estaba asegurado, como explica Johan Salen.
IMOCA, clase principal de la Ocean Race
"Hace dos años empezamos a buscar diferentes opciones para traer una nueva clase de barco a la regata. Históricamente, la regata siempre ha creado sus propios barcos, primero los Volvo Ocean 60, luego los Volvo Open 70 y más recientemente los Volvo Ocean 65. Estos últimos fueron diseñados para competir en dos vueltas al mundo y cuando la última edición llegue a La Haya a finales de 2019, su carrera debería haber terminado allí."
Por ello, la nueva dirección busca sustitutos para los VO65 para la edición 2021-2022 y se reúne con Antoine Mermod, presidente de la clase IMOCA. Las dos entidades se llevaron bien y se firmó un contrato en el que se estipulaba que la clase IMOCA sería la principal para el futuro del evento. Hay que decir que la organización aprecia especialmente el aspecto tecnológico que representan estos barcos (especialmente los nuevos foilers).
"A través de esta colaboración, estamos fusionando la escena de la vela francesa con la escena anglosajona y más globalmente internacional que representan las carreras. Las regatas oceánicas son típicamente francesas y tienen verdaderas ventajas técnicas y patrocinadores que llevan mucho tiempo en el negocio. Al unirse a The Ocean Race, la clase IMOCA será más internacional, lo que creará aún más valor para los patrocinadores. Es un evento internacional, que no se basa en el mismo concepto que la Vendée Globe, pero que tiene una verdadera ventaja mediática. Estamos trabajando con la televisión, las ciudades de paso y las redes sociales para darle la máxima visibilidad. Tenemos un gran potencial de desarrollo conjunto"
¿Qué le depara el futuro a la Volvo Ocean 65?
Cuando los nuevos organizadores se hicieron cargo de la regata, seis de los ocho barcos en liza pertenecían a la organización. Decidieron venderlos para que cada equipo pudiera tener su propio VO65. "Son barcos fuertes que pueden seguir navegando y compitiendo en otras regatas"
Finalmente, unos meses después de la reanudación de la regata, los organizadores se plantean la posibilidad de incluir los barcos de 65 pies en esta tercera vuelta al mundo. Después de todo, son barcos fuertes, pero la decisión no fue fácil.
"Al final decidimos aceptarlos una edición más y utilizar esta clase para facilitar la entrada de equipos más jóvenes y nuevos en el mundo de las regatas oceánicas. De hecho, por eso hay reglas bastante estrictas en esta clase"
De hecho, de los 10 miembros de la tripulación a bordo, 7 deben tener menos de 30 años y 3 menos de 26. Además de estos aspectos, para respetar la paridad y seguir desarrollando el sector femenino, la tripulación deberá acoger a 3 mujeres a bordo.
"Esperamos ayudar a crear una nueva generación de navegantes para el futuro. El deporte necesita renovarse, de ahí nuestra decisión de incluir los VO65. Son barcos menos complicados que los IMOCA, que son muy sofisticados, y proyectos más fáciles de iniciar. Si hoy se venden todos los barcos, hace dos años se podían comprar de segunda mano por menos de un millón de euros.
También es más complicado para los equipos jóvenes e inexpertos desarrollar un barco IMOCA, tanto financiera como técnicamente. Con los VO65, todos tienen el mismo barco"
Si la organización consigue mezclar la tecnología IMOCA con la accesibilidad del VO65 en esta próxima edición, quiere tener sólo barcos IMOCA en 2025.
"Nunca se sabe lo que depara el futuro, pero los VO65 habrán dado la vuelta al mundo tres veces. Su diseño está empezando a envejecer y los barcos acumulan muchos kilómetros. Esperamos tener una base de proyectos con suficiente nivel y experiencia para pasar únicamente a la IMOCA en 2025"
Reglas diferentes, clasificación diferente
Dos clases diferentes significan dos clasificaciones diferentes. El número de tripulantes a bordo tampoco será el mismo. Mientras que habrá 10 tripulantes a bordo de los VO65, sólo habrá 5 en los IMOCA. De hecho, estos últimos están más adaptados a la navegación en solitario o en doble, ofreciendo menos espacio a bordo. Esto no es un problema para el director general.
"Los barcos modernos de la IMOCA se adaptan muy bien a la navegación con tripulación. Son barcos muy sofisticados y no se necesita demasiada gente en cubierta para que estos foilers funcionen bien. Por supuesto, algunos barcos se sienten menos cómodos con este aspecto, como Hugo Boss, cuyo diseño es bastante extremo. En otros barcos, como el Charal o el Arkea Paprec, bastará con hacer pequeñas modificaciones, como el sistema de dirección o soluciones para dormir en el interior. En general, y desde el punto de vista del rendimiento, los diseñadores no ven muchos cambios. Tendremos que encontrar soluciones para vivir a bordo"
En la próxima edición también habrá mujeres regatistas. Como recordatorio, la organización animó a las tripulaciones a incluir mujeres en sus tripulaciones para la edición 2018/2019. Así, en 2021, los VO65 tendrán que llevar al menos tres mujeres a bordo y los IMOCA al menos una.
"Esta norma resultó muy positiva en la última edición y todos acordamos continuar con un concepto similar"
