El Solaris 57 se ofrece con varias distribuciones interiores, de dos a cuatro cabinas, más una cabina de servicio, que aprovechan al máximo el espacio disponible. En la versión de dos camarotes, se puede elegir entre la cocina en la planta baja o en el salón de la cubierta. En este último caso, hay un banco de asientos frente a los camarotes en lugar de la cocina, o un tercer camarote con literas. La cocina inferior es muy espaciosa, pero es una lástima que la pasarela que baja a ella sea demasiado prominente y estropee la facilidad deseada, aunque su barandilla de acero inoxidable muestre toda la artesanía del astillero. Los dos camarotes VIP son muy espaciosos y cada uno tiene su propio baño con cabina de ducha separada. El camarote de proa se puede separar en dos camarotes, uno con camas gemelas que se pueden juntar, y el otro con literas. Esta disposición en proa con el camarote doble lateral eleva el número de literas a ocho, lo que es apreciable en este tamaño. En el pique de proa hay un camarote de marinero al que se accede por una escotilla de cubierta, pero es bastante pequeño, incómodo y sólo apto para periodos cortos.
Un acabado sobrio y muy chic
Nuestra versión de dos cabinas se vistió con un interior de nogal claro mate de la más alta calidad. Combinada con tiradores de cuero y/o acero inoxidable, tapicería de cuero y tela de color claro, que se ve realzada por un sutil juego de luces, esta decoración es a la vez clásica/moderna y cálida y no deja lugar a dudas sobre la seguridad del gusto transalpino. Los materiales lacados de la cocina o las pequeñas alcobas y estanterías aquí y allá contribuyen a una sensación de lujo en un estilo sobrio y elegante que no tiene parangón. El equipamiento está, por supuesto, al nivel de sofisticación deseado.
Un magnífico plano de cubierta
La vida al aire libre también es importante y por este lado no falta nada para disfrutar al máximo del relax. La circulación se optimiza en torno a las amplias y acogedoras zonas de solarium delanteras y traseras. La mesa del centro puede albergar de seis a ocho comensales sin ningún problema y el techo solar de carbono recibe otra zona para tomar el sol a la que se accede desde el puente de mando a través de una escalera. El solárium de popa no es muy grande, pero la escalera sumergible hidráulicamente para nadar es genial.
