Seguridad a bordo de lanchas neumáticas : Saber combinar la normativa y el sentido marino

Todos conocemos las normas y el equipo de seguridad que deben tener nuestras embarcaciones. Navegar en una embarcación neumática también presenta ciertos riesgos. ¿Cuál es la normativa? Más allá de la ley, ¿qué precauciones hay que tomar?

Según el informe del SNOSAN ( Sistema Nacional de Vigilancia de la Seguridad de las Actividades Náuticas ), lo hubo, en 2020, 191 operaciones de rescate que implican botes. Esta cifra ha aumentado en casi 12 % en comparación con el año 2019 ( 171 operaciones) tiende a mostrar que la embarcación neumática, aunque la mayoría de las veces está cerca de la costa o de su barco portador, sigue siendo una zona propensa a los accidentes.

Falta de normas claras sobre los anexos

La normativa no impone -en el mar- ningún equipo de seguridad a bordo de la embarcación auxiliar. Si el buque está navegando en su zona primaria ( a menos de 300 metros de un refugio ) o en su zona secundaria ( a menos de 300 metros de su nave madre ), la única recomendación es que se usen chalecos salvavidas y que estén equipados con un medio de identificación.

Le gilet de sauvetage, à porter y compris sur l'annexe (Photo ©Baptiste Leglatin)
El chaleco salvavidas, que debe llevarse incluso en el bote (Foto: ©Baptiste Leglatin)

En 2020, en el 58 personas desaparecidas o muertas en el mar, 3 estaban a bordo de su licitación. En sí misma, esta cifra es modesta. Sin embargo, representa algo más que 5% de las muertes en el mar . Aunque no hay pruebas de que estas personas llevaran o no su equipo de seguridad, los medios de alerta utilizados ( el 34% a través del móvil desde tierra y el 20,4% a través del móvil en el mar ) sugiere que las personas a bordo no tenían al menos un VHF portátil.

Cambiemos nuestros hábitos de navegación

El hecho de que ningún equipo sea obligatorio en el sentido reglamentario no es una invitación a correr riesgos. Estar en el agua, a veces en alta mar, sin ningún equipo de seguridad, representa un riesgo que se incrementa en gran medida por el hecho de que los botes suelen ser inflables y pueden volcar fácilmente.

Transfert en annexe
Traslado al anexo

El sentido común debería primar sobre la ley en este caso. Llevar un chaleco salvavidas, tener un VHF portátil y disponer de equipos en tierra son precauciones que parecen razonables y que pueden reducir el número de muertes en el mar en un 5%.

Un accesorio útil, al igual que la VHF portátil (cargada), un rezón y una punta esto le permitirá fondear si es necesario y evitar la deriva si el viento es demasiado fuerte o el motor es reacio.

Resmas o palas será muy útil, para poder desplazarse en caso de fallo del motor.

A lámpara faro y una lámpara de mano, también cargada, para el viaje de vuelta por la noche.

A inflador en caso de fuga o desinflado malintencionado durante la escala

El conjunto permanecerá en el anexo o se llevará en bandolera, guardado en un bolsa impermeable que mantendrá todo este material seco.

Mantener la sensatez

Por último, es fundamental tener en cuenta que una embarcación neumática normalmente sólo está hecha para ir y venir de la tierra al buque de transporte. Estos viajes sólo deben realizarse cuando el tiempo y otras condiciones lo permitan. Siempre es más seguro quedarse en un barco fiable ( velero como una lancha anclada o un baúl ) que subirse a un bote y bajar a tierra y dejar pasar el mal tiempo.

En cuanto a la vuelta al barco desde tierra con este tiempo, es mejor quedarse en el bar del puerto hasta que el tiempo mejore.



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