Editorial / Alimentar los sueños para que la vela siga siendo un horizonte de alegría

A veces tendemos a hacer hincapié en las limitaciones de la navegación. Pero recordemos siempre por qué salimos al agua y nos gusta navegar, por el mero placer de hacerlo: hay muchas razones para hacerlo.

Un medio que se cuestiona a sí mismo

El tema de este editorial surgió durante una conversación. Al final de una presentación en un curso de formación náutica, hablaba con uno de los alumnos que quería incorporarse al sector. Me comentó lo sorprendido que estaba al ver cómo muchos de los conferenciantes hacían hincapié en las limitaciones asociadas a la náutica de recreo, desde el coste de la embarcación hasta el tiempo que lleva mantenerla y la dificultad de almacenarla. Aunque su deseo de trabajar en el sector se mantiene, su comentario no deja de ser esclarecedor, y en parte preocupante. Aunque no todo es de color de rosa en el sector náutico, que debe progresar en varios ámbitos, desde su huella ecológica hasta su asequibilidad y renovación generacional, no debemos perder de vista la pasión que mueve a los navegantes y a la mayoría de los profesionales.

Muchas razones para salir al agua y amar las embarcaciones de recreo

Nosotros también, como periodistas, no debemos olvidar la llama que nos enciende cuando soltamos amarras, para transmitirla y reavivarla con una variedad de temas que reflejen las diversas motivaciones de la comunidad náutica. En preservar un entorno náutico intacto tendremos tiempo de sobra para traer a casa imágenes de nuestros viajes por mar, siguiendo nuestros consejos . Otros prolongarán el placer de estar en el mar leyendo y reflexionando sobre la pequeña filosofía del mar mientras que otros encontrarán inspiración en la historia de un runabout amateur asequible.

Sin meter el polvo bajo la rejilla de la bañera, no olvidemos nunca alimentar nuestros sueños de barcos y navegación.

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