Aunque el peso se ha controlado bien en este 40 pies, el Nimbus requiere un poco de potencia para moverse. Por este motivo, la embarcación se ofrece en varias configuraciones, incluyendo 2 x 300 CV o 2 x 400 CV, la más popular. Nosotros probamos la versión 2 x 400 con dos motores Mercury V10.

Un casco bien diseñado
Como el resto del barco, el casco del W11 ofrece una mezcla de tradición y modernidad. Es un casco de líneas afiladas con una V progresiva de aspecto clásico. Sin embargo, la sección es poco profunda, de modo que al navegar, el tercio delantero del casco apenas toca el agua. Tres sólidos strakes proporcionan guía y agarre y, sobre todo, el W11 se beneficia de dos escalones que reducen su superficie mojada, mejoran el planeo, aumentan la velocidad y reducen el consumo de combustible.

Prometedora sobre el papel, esta arquitectura confirma su eficacia en el agua. Nada más salir del puerto deportivo, el W11 es muy ágil. Tarda sólo 4,3 segundos en planear y alcanza los 20 nudos en menos de 6 segundos.
Una vez en línea, la Nimbus vuela casi sobre las crestas. Gracias a una muy buena distribución del peso, la W11 no cabecea al acelerar y se mantiene relativamente paralela a la superficie del agua, una verdadera ventaja para la visibilidad.
El equilibrio lateral también es un punto a favor, ya que aunque el casco sólo mide 3,46 m de ancho, las vivas aletas hacen su trabajo a la perfección para garantizar la estabilidad de la embarcación. Como opción, el Nimbus también puede equiparse con un giróscopo, que aumenta aún más el confort, especialmente en fondeo.
Eficacia y rendimiento
A partir de ahí, el W11 tiene un rendimiento formidable en el mar, ya sea en curvas cerradas, estelas de barco o marejadas frontales. Es difícil fallarle. También es una embarcación muy indulgente, lo que la hace muy segura para los principiantes. El joystick y la hélice de proa facilitan aún más las maniobras.

En términos de rendimiento, con 800 CV en el espejo de popa, la Nimbus es, como era de esperar, bastante dinámica. Una vez en marcha, la aceleración continúa y el GPS se pone a toda máquina. A 4.000 rpm, ya alcanzamos los 28,6 nudos (32,9 mph) y seguimos avanzando. En su punto álgido, a 6.400 rpm, la embarcación coquetea con la marca de los 50 nudos (57 mph), lo que es bastante rápido para una embarcación familiar.

La versión de 2 x 300 CV debería alcanzar los 45 kts (51 mph) y ofrecer una cómoda velocidad de crucero de unos 30 kts (34,5 mph), más que suficiente para el programa del barco.