El Trofeo Julio Verne representa un gran desafío en el mundo de la vela, en el que las tripulaciones aspiran al récord de dar la vuelta al mundo a vela con tripulación, sin escalas y sin asistencia. Desde que Francis Joyon y su tripulación establecieron el último récord en 2017 en 40 d y 23 horas, varios intentos han fracasado. François Gabart y su equipo esperan romper esta barrera histórica este invierno.
Una preparación rigurosa y una tripulación de élite

El trimarán SVR-Lazartigue, actualmente en construcción en Concarneau, será relanzado en el verano de 2024. " Tenemos una gran sección técnica en el barco, donde tenemos que reconstruir parte del casco central dañado ", explica François Gabart. Optimizar el trimarán también es esencial para garantizar el rendimiento y la seguridad de la tripulación durante su travesía. Con ocho semanas cruciales de entrenamiento programadas entre mediados de agosto y mediados de octubre, el equipo se prepara para enfrentarse a los elementos.
Experiencia y complementariedad de los 6 miembros del equipo

La tripulación está formada por navegantes experimentados, cada uno de los cuales aporta habilidades esenciales para el éxito del proyecto. François Gabart, famoso por su récord en solitario y sus victorias en regatas, lidera un equipo que incluye a Pascal Bidégorry, un experimentado navegante, y a Tom Laperche, una estrella emergente de las regatas oceánicas. Amélie Grassi, Antoine Gautier y Emilien Lavigne completan el grupo, aportando juventud, entusiasmo y conocimientos técnicos.

Innovaciones tecnológicas y un reto deportivo
El trimarán está a la vanguardia de la tecnología, diseñado para maximizar la velocidad y la maniobrabilidad. Antoine Gautier, director técnico, subraya la importancia de la adaptabilidad y el conocimiento profundo de la embarcación. Los retos técnicos y medioambientales exigen una preparación meticulosa y la capacidad de reaccionar con rapidez a los cambios de las condiciones en el mar.
Mientras la tripulación del SVR-Lazartigue se prepara para este acontecimiento histórico, los aficionados a la vela y los amantes de las aventuras marítimas estarán impacientes por seguir sus progresos. Este desafío no es solo una carrera contrarreloj, sino también una gran aventura humana.