En el mundo de la náutica y el aparejo, a menudo se confunde el balandro con el cúter. Estas dos configuraciones de veleros de un solo mástil pueden parecer similares, pero sus diferencias tienen un impacto directo en el comportamiento del yate, la maniobrabilidad y la ergonomía a bordo. He aquí un análisis técnico que le ayudará a comprender mejor estos dos tipos de aparejo.
El número de puntales: una distinción funcional, no sólo formal
Un cúter se define por la presencia de al menos dos velas de proa, generalmente una a cada lado de la embarcación trinquette y un yankee montado sobre dos estays fijos. Un sloop, en cambio, sólo tiene un estay, diseñado para llevar un foque o un génova. La adición de un estay liberable en un euro sloop -una práctica común para aparejar un estay o un euro stormjib- no lo transforma en un cutter en el sentido estricto del término.

El cúter clásico está diseñado para izar sus dos velas de proa simultáneamente, a diferencia de un balandro con estay liberable, en el que las velas se utilizan alternativamente. Esto afecta al equilibrio de las velas, a la distribución de las cargas en el aparejo y a la maniobrabilidad con mal tiempo.
Posición del mástil: una sutileza arquitectónica de gran impacto
Uno de los criterios menos discutidos pero decisivos es la posición del mástil. En un cúter, el mástil está ligeramente retrasado en comparación con el de un balandro de tamaño equivalente, generalmente entre treinta y cincuenta centímetros para una unidad de doce metros.

Este movimiento hacia atrás libera la proa para la vela de estay y cambia la geometría del plano vélico. El resultado es que el centro de gravedad se desplaza hacia popa, lo que puede mejorar el equilibrio del barco con mar gruesa, pero requiere un plano del casco adaptado.
Eficacia aerodinámica: el balandro se comporta mejor en ceñida
La vela de proa única del balandro, a menudo con una gran superficie y una elevada relación de aspecto, ofrece un mejor rendimiento aerodinámico cuando se navega en ceñida. El estay único puede tensarse de forma óptima, sin la interferencia de un segundo estay. Esta configuración favorece la finura y la sustentación, con mejor rumbo y mayor velocidad con poco viento.

Por el contrario, el cúter, con dos velas más pequeñas que interfieren parcialmente entre sí, es menos eficaz en ceñida. El efecto de división entre la vela estay y la yanqui puede ser beneficioso, pero sólo en determinados rangos de ángulo y fuerza del viento.
Modularidad y seguridad: la cortadora mejor equipada para las condiciones más duras
La división de la superficie vélica es la principal ventaja del cutter. Al permitir reducir la superficie vélica sin alterar su forma, el cutter facilita las maniobras con vientos fuertes. Arriar una vela de estay o cambiar a un yankee reducido es más sencillo y seguro que enrollar parcialmente un génova con un gran solapamiento.

Ésta es una de las razones por las que algunos navegantes optan por un aparejo mixto que combina un enrollador de sloop clásico con un estay desplegable para un estay. Aunque compleja de aparejar, esta configuración híbrida ofrece flexibilidad y seguridad para la navegación oceánica.
Impacto del cambio tecnológico: sistemas de enrollado, herrajes y materiales modernos
El desarrollo de sistemas de enrollado, cabrestantes de alto rendimiento y tejidos modernos ha cambiado profundamente el uso de las velas de proa. Donde históricamente se utilizaba el cúter para dividir la vela, el sloop moderno permite maniobrar una gran vela por sí sola. La desaparición gradual de las escoras, gracias a mástiles más rígidos y crucetas de empuje, y la optimización de los perfiles de las velas, han contribuido al uso generalizado del aparejo sloop en los yates de crucero contemporáneos.