A la agencia de diseño italiana Icona le gusta diseñar coches conceptuales, especialmente coches eléctricos y autónomos. Su último proyecto sigue siendo sobre el transporte, pero esta vez es en el campo marítimo.
Fibonacci es un catamarán eléctrico de 16,7 m de largo que debe su nombre al Fibonnaci, desarrollado por el matemático del mismo nombre en el siglo XII. Esta última es una secuencia de números enteros, en la que cada término es la suma de los dos términos que lo preceden, excepto los dos primeros.
Este concepto futurista se inspira en la construcción de un piano de cola, con un techo que se eleva como la tapa del instrumento musical en su soporte. Para la parte arquitectónica y técnica, el estudio se ha asociado con Hydrotec, una compañía italiana de arquitectos navales, y Terra Modean Mechatronic, una start-up especializada en la propulsión eléctrica marina.
Su techo está cubierto con paneles solares que alimentan baterías de 340 kW, que acoplados a dos motores eléctricos de 270 HP permitirían navegar hasta 12 horas y permanecer anclados durante el mismo tiempo. A 10 nudos, sería posible navegar hasta 150 millas, con una velocidad limitada a un máximo de 15 nudos. La batería también está diseñada para recargarse completamente en 20 minutos y puede complementarse con una pila de combustible de hidrógeno para obtener más potencia.
Si Fibonnaci ofrece tanta autonomía, su diseño está más en línea con un programa de navegación diurna. Empezando por su gran cabina abierta en la que dos magistrales escaleras conducen a la cubierta superior. En el interior, la distribución será personalizada y puede acomodar hasta 3 cabinas y un baño.
Entonces, ¿alguna vez verá Fibonacci la luz del día, como el coche Vulcano desvelado en el Salón del Automóvil de Shangai en 2013??