Personalización, ejemplo de los catamaranes Privilege

Privilège es un fabricante de catamaranes destinados a una clientela de alto nivel. ¿Cómo responder a las expectativas de estos propietarios ofreciéndoles un producto perfectamente adaptado a sus necesidades? Rachel Bulteau nos explica el proceso de venta para conseguirlo.

Privilège construye catamaranes de 51 a 74 pies. Modelos a vela y un modelo a motor. Estas embarcaciones están destinadas a una clientela que generalmente realiza largas travesías. Les gusta y desean adaptar su barco a su programa. Por ello, el astillero es capaz de satisfacer las expectativas de los clientes ofreciéndoles diferentes disposiciones o incluso unidades completamente personalizadas.

El proceso de fabricación es largo, de 9 a 18 meses según el tamaño del barco. El papel de los equipos de los astilleros es guiar a los futuros propietarios durante este proceso para ayudarles a hacer su elección. La primera será sobre el equipamiento y principalmente el número de camarotes: 3 o 4 en general. En efecto, aunque las distribuciones pueden modificarse, hay tabiques que forman la estructura del catamarán que nunca pueden moverse.

Luego llega el momento de validar las funciones de los diferentes espacios del barco. Una pasarela puede habilitarse como vestidor con mucho espacio de almacenamiento o como oficina con zona de trabajo. Los delanteros pueden servir de taller, por ejemplo. También se puede integrar una barbacoa en la cabina..

Las decisiones se toman a lo largo del proceso de venta, durante el cual el cliente acude regularmente al astillero para seguir el progreso de la construcción de su catamarán. Durante este tiempo, el astillero permanece abierto para ellos y pueden discutir con los equipos sobre la elección del equipamiento, por ejemplo, o incluso sobre la elección de los materiales (tejidos, chapas, encimeras...).

El papel del astillero es también orientar a estos futuros propietarios. Tiene una función consultiva. Por ejemplo, en el caso de la calefacción, podremos orientarles hacia la climatización reversible o simplemente hacia la calefacción según el programa previsto con el barco. El departamento técnico podrá asesorar y acompañar al cliente hacia soluciones más duraderas o menos costosas que las previstas.

Por último, a lo largo del proceso de construcción, cada viernes el cliente recibe una revisión fotográfica de su barco en construcción. También se le invita a cada fase importante de la construcción, como la instalación de la cubierta o la botadura. Esto le permite estar en contacto con el astillero y hacer preguntas, incluso a distancia, para tener el catamarán que mejor se adapte a sus necesidades.

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